Hay una frase que un día me dijo una amiga y que constantemente resuena en mi cabeza: “tu casa siempre está en orden porque tienes mucho tiempo libre”. Sin querer, no pude evitar sentirme un poco ofendida, vamos, que trabajar en casa, quiere decir que la limpieza, la cocina o las demás tareas domésticas se hagan solas, son labores domésticas que consumen esfuerzo, y sí, bastante tiempo.
No obstante, no quise discutir, analicé lo que dijo de la forma más sabia que pude y llegué a una conclusión: soy ordenada porque no tengo tiempo. Aunque parezca paradójico, la óptima organización es una de las formas de simplificar la vida (dentro y fuera del hogar), aumentar la productividad y calmar la ansiedad. Si no lo crees, toma nota de estas 4 ventajas de ser organizado para convencerte. ¡Es mejor de lo que piensas!
Razones por las que ser ordenado mejorará tu vida
Mantener el orden en general (tareas domésticas, trabajo), es fundamental para disponer de lo necesario justo cuando es requerido, por lo tanto, permite una rutina más ordenada, equilibrada y una sensación de calma y seguridad por tener la mayoría de las cosas “bajo control”. Ahora bien, en concreto, ser organizado en el hogar tiene estos beneficios en la vida diaria:
- Minimiza la ansiedad: El exceso de desorden en el espacio que habitamos muchas veces es un espejo del descontrol que hay en nuestro interior, en nuestros pensamientos y sentimientos (y viceversa). Por o tanto, ser ordenado indirectamente las ansias y la preocupación.
- Serás más disciplinado/a: Aprender a organizarse metódicamente no es sencillo, tampoco es un propósito que se logra de un día a otro, pero a largo plazo, es un ensayo y error que te hará descubrir qué manera de ordenar te funciona y cómo hacerlo llevadero día tras día. ¡Y todo esto solo lo consigues practicando la disciplina!
- Ahorras tiempo y esfuerzo: Si te propones ser más ordenado/a y planificado/a en todas las áreas de tu vida, poco a poco notarás el tiempo alcanza un poco más y el esfuerzo es menos. Por ejemplo, a la hora de buscar una prenda de vestir en específico, un lapicero o aquellos ahorros que escondiste y ya no lo recuerdas.
- Aumentas la productividad: Si te acostumbras a realizar labores diarias siguiendo siempre los mismos pasos, serás más eficiente, rápido y te concentrarás con facilidad. ¡La práctica hace al maestro!
Consejos finales para ser más ordenado
- Establecer una rutina con horarios y síguela como mínimo durante 21 días seguidos para crear un hábito.
- Regresa cada cosa a su sitio después de usarlo o al notar el desorden.
- Limpia la suciedad causada inmediatamente.
- Dispón un cajón para todos los papeles (facturas, recibos de servicios, correo y demás). Lo mismo aplica en el escritorio o zona de trabajo, de lo contrario, el caos generará distracción constante.
- Y recuerda siempre esta frase: “menos es más”. Ordena a fondo y evita guardar lo que no necesitas, esté dañado o no uses. La acumulación producirá más ruido visual y ocupará espacio útil en tu hogar.
Es probable que en un principio resulte difícil, tedioso y casi imposible, sin embargo, ten presente que muy pocas veces la gente limpia y ordena por gusto, de hecho, estamos los que nos dedicamos a esta labor para obtener beneficios en el futuro a través del desarrollo de este valioso hábito, en especial si se trata de conseguir más tiempo, relajación ¡Y paz!