La lavadora es uno de los electrodomésticos de los que siempre estaré agradecida su existencia, sin embargo, aunque es una salvación en muchos casos, no siempre es la mejor opción para lograr una óptima limpieza de las telas. Ahora bien, la creencia popular es que lavar a mano es lo más cansado del mundo, que la piel queda reseca y los brazos cansados de tanto restregar, pero no, no es tan malo y tampoco lleva tanto tiempo como parece.
La clave para hacer más llevadero este proceso es la planificación y la aplicación de técnicas inteligentes que ayuden a obtener mejores resultados, trabajando menos. Si tu lavadora se ha averiado o simplemente quieres ahorrar agua, sigue leyendo y entérate del mejor truco para lavar tu ropa a mano y dejarla más limpia que en lavadora. ¡Toma nota de todo lo que te contaré!
Cómo lavar la ropa a mano como todo un profesional
Antes que nada, necesitarás un balde grande de 5 galones o un barreño y un desatascador de inodoros (ambos limpios y de preferencia que estén nuevos). Es importante que antes de empezar, trates las manchas de forma particular antes de lavar por completo, puedes hacerlo con jabón, agua oxigenada si es ropa blanca e incluso vinagre y bicarbonato. Una vez tengas todo a la mano y el tejido esté libre de manchas, es momento de seguir este procedimiento para lavar a mano como un experto:
- El primer paso es hacerle varios agujeros al desatascador. Puedes hacerlo con un cautín simplemente calentando un objeto con punta.
- Hecho lo anterior, llena el balde con agua (a la temperatura adecuada para el tipo de tela) hasta la mitad o ¾ del recipiente.
- Añade detergente líquido o en polvo. Ten presente que no es recomendable usar jabón en exceso para no enjuagar tantas veces las prendas, así que si notas mucha espuma cuando lavas ¡Es demasiado!
- Sumerge la ropa en el agua jabonosa y empápala bien.
- El siguiente paso es introducir el desatascador y hacer presión, moviendo de arriba hacia abajo constantemente para que se agiten las prendas y se desprenda la suciedad. Realiza estos movimientos repetidas veces por un par de minutos, déjala en remojo durante 15 a 2 minutos.
- Pasado este tiempo, escurre la ropa, deshazte del agua jabonosa del balde, llénalo nuevamente pero solo con agua.
- Sumerge las prendas recién lavadas y repite el mismo procedimiento anterior moviendo el desatascador, pero esta vez será para enjuagar, sin mover constantemente con tanta intensidad y sin necesidad de dejarlas en remojo.
- Finalmente, exprime cada prenda sin retorcer demasiado, sacúdela un poco para evitar arrugas y cuelga la ropa al aire libre para que se seque.
Nota: Si el día está lluvioso o el invierno no te permite extender tu ropa en el exterior, hazte con un perchero o tendedero plegable y tiéndelas cerca del radiador para que se sequen en menos tiempo.
¿Ya ves que no es una labor tan difícil como parece? Solo debes contar con utensilios adecuados para lavar a mano sin tanto esfuerzo, sin perder horas en la faena y sin gastar tanto dinero en detergente —créeme, notarás la diferencia en esto último—. ¡Inténtalo tú mismo/a!