Me declaro apasionada de los deportes al aire libre, desde senderismo, subir la montaña, trotar, andar en bicicleta, acampar y básicamente cualquier actividad que pueda realizar en el exterior. Si tú también lo eres, ya sabrás que en épocas lluviosas donde desciende la temperatura, es vital usar vestimenta que proteja de la lluvia, vientos y frío. En lo personal, jamás salgo a mis aventuras sin mis prendas GORE-TEX, eso sí, antes les doy una buena limpieza y mantenimiento para que no apesten en plena andanza.
Ya sean unos pantalones, guantes o chaqueta, al limpiar una prenda elaborada con este tejido especial de tipo membrana, es fundamental tener mucha precaución para no dañarlo y afectar sus cualidades impermeables, su transpirabilidad y su ligereza. Tranquilo/a, para todo hay solución. Sigue leyendo y aprenderás cómo lavar ropa GORE-TEX y alargar su vida útil por años.
Cómo lavar una prenda de Gore-Tex
Gore-Tex es una marca registrada de W. L. Gore & Associates, quienes crearon una membrana impermeable y resistente a la abrasión capaz de soportar y proteger ante diversas condiciones meteorológicas (lluvia, nieve o viento), además, al ser transpirable, facilita la expulsión de la humedad corporal tras la realización de ejercicio físico. Incluso si no eres amante de los deportes, es perfecta para combatir las inclemencias del frío durante el invierno, pues te mantendrá cálido y seco.
Los productos de Gore-Tex son fabricados pensando en una larga duración y cuidados básicos, y aunque lavarlo muy seguido acelera el deterioro prematuro de este material, es necesario limpiarlo —al menos en la zona exterior— para eliminar manchas, suciedad o barro adherido. Fíjate cómo hacerlo:
- Prepara la prenda antes de meterla en la lavadora. Vacía los bolsillos, cierra las cremalleras, tiras, solapas y abrocha botones, de esta manera no se rasgarán ni golpearán de forma accidental.
- En caso de que se haya llenado de barro, espera que se seque por completo, sacude con las manos y luego frota para retirar la mayor cantidad de mugre antes de introducir a la lavadora.
- Si tiene manchas superficiales, limpia con jabón directamente sobre ella y talla con un cepillo.
- Hecho esto, llena tu lavadora con agua templada (no más de 40° C) y vierte en ella detergente líquido de tu preferencia. No se recomienda utilizar detergente en polvo, suavizante para telas, quitamanchas, lejía o blanqueadores químicos, ya que estos solo obstruirán los microporos y dañarán la membrana.
- Selecciona un ciclo de lavado corto, centrifugado suave y no más de tres prendas. Colocar demasiadas es contraproducente y no se limpiarán bien.
- Finalmente, saca las prendas del tambor, asegúrate que no queden restos de jabón y cuélgalas al aire libre en una percha, pero sin contacto directo con luz solar.
¿Tu chaqueta Gore-Tex ha perdido impermeabilidad? Haz esto
Con el tiempo y tras varios lavados, el rendimiento impermeable disminuye, no obstante, para reactivar la capacidad de repeler el agua y descomponerse en gotas existen tres métodos sencillos:
- Mete la prenda a la secadora por 20 minutos.
- En caso de que no se tenga secadora cerca, se puede colocar un paño sobre la tela Gore-Tex y pasar una plancha sin vapor a baja temperatura sobre él.
- La tercera opción es aplicar calor a temperatura media con el secador de cabello a una distancia adecuada para no maltratar el tejido.
Nota: Si tras lavar y secar la prenda como de costumbre notas que no repele el agua, entonces aplica un tratamiento DWR, con polímeros elásticos que se unen a la fibra del tejido. Puedes conseguirlo en tiendas especializadas en spray o como producto de lavado, particularmente, recomiendo la marca Nikwax, pues no cambia la apariencia o las características al tacto de la ropa.
Sigue estas recomendaciones y verás como tu calzado, chaqueta o ropa técnica quedará limpia y recuperará su impermeabilidad. No olvides que, a pesar de que se puede lavar el Gore-Tex en lavadora, no debe ser tan frecuente. Lo ideal es hacerlo cada 10 días si el uso es muy intenso, de no ser tan constante podría ser de cada 15-20 días, todo dependerá de los residuos corporales de cada persona.