Cuando llega el frío lo mejor es tener todo listo antes de que te sorprenda. Todos los sistemas de calefacción deben estar a tono para tener un hogar cálido, con la temperatura adecuada. Si tienes una chimenea también tendrá que estar lista para cuando la necesites. Lo primero que debes hacer es verificar su funcionamiento haciendo la limpieza correspondiente.
Limpiar la chimenea es sencillo, pero con gran importancia, de ella depende la combustión y la salida de humo de manera correcta para garantizar la seguridad de las personas dentro del hogar. El mantenimiento de la chimenea se puede realizar de diferentes maneras con métodos químicos o mecánicos sin mucho riesgo y aplicando algunos trucos muy prácticos.
Cómo hacer el mantenimiento a la chimenea
Existen distintas maneras de limpiar la chimenea y disfrutar del calor agradable que se desprende de ella. Su mantenimiento es sencillo y rápido. La forma de hacerlo dependerá del tipo de chimenea que tengas en casa y del tiempo que tienes sin cumplir con la limpieza. Cabe destacar que durante el invierno este es un aparato esencial para apaciguar el frío.
Limpieza de forma mecánica
Si tu chimenea es a leña el objetivo principal será desprender todo el hollín que con el paso del tiempo se ha quedado pegado a las paredes y el tubo extractor. Puedes quitar el hollín tú mismo o utilizando deshonilladores profesionales, esta es la manera mecánica de hacerlo. Solo necesitas un cepillo limpiachimeneas con púas, resistente y ligero para hacer lo siguiente:
- Comienza asegurándote de que la chimenea está completamente fría.
- Cubre con plástico las zonas más próximas a la chimenea. Esto evita que el hollín se disperse de manera desagradable por el suelo y muebles cercanos.
- Para hacer el trabajo utiliza unos lentes y mascarilla, para proteger tus ojos y evitar inhalar restos de cenizas. También puedes usar guantes.
- Introduce el cepillo limpiachimeneas para iniciar por el deshonillado. Debes raspar para desprender el hollín, esta es la mejor manera de hacerlo ya que el cepillo no dañará los ladrillos refractarios de la chimenea. El cepillo es eficaz para eliminar cenizas y restos de resinas y creosota.
- Cuando el tubo esté totalmente limpio, pasa el cepillo por las paredes y el fondo del lugar de combustión.
- Recoge el hollín y el sucio con una pala y el cepillo de chimenea. Si lo prefieres, puedes utilizar un aspirador.
- Si la puerta de tu chimenea es de cristal, usa papel de periódico arrugado para quitar los restos de hollín.
Limpiar la chimenea con químicos
En el mercado existen productos para limpiar la chimenea que facilitan el trabajo. Puedes usarlos para limpiezas periódicas, es decir, durante la temporada de uso, entre 15 días o un mes entre mantenimiento. Consigue leños deshollinadores y bolsas limpiadoras de chimeneas, ambos cumplen la misma tarea y funcionan de manera similar. Sigue estos pasos para tener tu chimenea impecable:
- Enciende la chimenea y deja que caliente por unos 30 minutos, así el producto desprenderá el hollín con mayor facilidad.
- Al estar caliente, coloca la bolsa limpiadora o el tronco dentro de su envoltorio sobre el fuego. Solo debes dejar que arda por completo para que realice su trabajo.
- Una vez que el fuego se consuma y la chimenea esté completamente fría, retira las cenizas y restos de suciedad.
Cabe destacar que hay maneras más sencillas de limpiar la chimenea, son métodos caseros que puedes aplicar sin complicaciones. Por ejemplo, usa una mezcla de vinagre con agua para mojar el cepillo y frotar por varios minutos hasta quitar las manchas. También con bicarbonato, crea una pasta y riega por la chimenea para limpiar.