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Antes de guardar tu alfombra mira como hacer una limpieza en seco para conservarla mejor.

Una opción ideal para lograr una limpieza y desinfección adecuada y sin necesidad de mojar el tejido

Las alfombras y los tapetes son piezas claves en la decoración de los hogares actuales, pero por su naturaleza tienden a acumular todo tipo de suciedad y si bien existen empresas especializadas en llevar a cabo la necesaria tarea de su limpieza y mantenimiento, es un proceso que no es barato y que además necesita del traslado de la pieza y de la espera prudencial de su limpieza. Además de tener en consideración que la gran mayoría necesitan de un lavado o de una limpieza en seco, razón por la que te presento toda la información necesaria para que logres hacerlo desde la comodidad de tu casa, al igual que lograste conocer cómo limpiar la piel de nobuk.

Esta limpieza casera será igualmente eficiente y mucho más económica, además de lograr la satisfacción de hacerlo por tus propios medios y de ofrecerles a todos los integrantes de tu hogar y sobre todo a los más pequeños un ambiente con espacios salubres donde puedan interactuar en sus juegos sin temor a enfermedades producidas por el polvo, ácaros, bacterias y agentes o microorganismos que pululan sobre estos tejidos, además de una belleza estética para tus alfombras y la maximización de la vida útil de las mismas. Así que comencemos no sin antes invitarte a mirar los innumerables post disponible desde nuestra sección de limpieza.

El porqué de la limpieza en seco para las alfombras

La limpieza en seco se emplea para evitar los daños en el pelaje de las alfombras y por supuesto para eliminar desde manchas hasta la suciedad acumulada. Esta limpieza perfectamente puedes realizarla mediante el uso de ingredientes caseros incluidos el bicarbonato de sodio, el cual es perfecto para aflojar y eliminar la suciedad sin dañar el tejido de tus alfombras o tapetes.

eliminar suciedad tejidos

Este lavado en seco también es mucho más práctico si tomas en consideración su tamaño, muchas de ellas ni siquiera sería posible introducirlas en la lavadora y mucho menos resistirían los embates de las aspas de este electrodoméstico, lo que efectivamente las dañaría con el primer ciclo de lavado. El aspirado podría ser una solución pero se limitaría a eliminar solo el polvo, dejando las manchas intactas y los gérmenes vivos. Por lo que simplemente la opción de un lavado o de una higienización en seco es la opción más favorable para este tipo de tejidos.

Otro destacado problema es que muchas de ellas están elaboradas a partir de tejidos de alto grosor, lo que implica que al mojarlas con una solución de agua y jabón tardaran muchísimo tiempo en secarse, además del hecho de no permitir ser enjuagadas más el agregado de la incidencia de esta elevada humedad que sin dudas favorecerá el crecimiento de moho y otras bacterias. Así que el lavado con detergente, agua o champú son soluciones que no te ofrecen ningún tipo de seguridad de éxito, siendo la limpieza en seco la más aconsejable.

La correcta limpieza de tus alfombras en seco

Para la limpieza en seco de tus alfombrillas existen variados métodos, los cuales se detallaran a continuación, con la firme intención de que logres escoger el que mejor se adapte a tus necesidades o simplemente el que sientas que es más cómodo para ti.

1. Método del capo: sencillo y rápido

Un método sencillo, habitual y que es perfecto para limpiezas rápidas. Para llevarlo a cabo primeramente debes de aspirar toda la superficie de tu alfombra con la intención de eliminar residuos sueltos y tratando de centrarte en las zonas de la alfombra que mayor uso presentan.

Mezcla un producto detergente con agua carbonatada y simplemente rocía sobre las superficies que mayor sucio muestren a la vista, para finalizar puedes emplear una pulidora rotativa o hacerlo manualmente con ayuda de una bayeta, con la que frotaras sobre toda la superficie con movimientos circulares envolventes. Este procedimiento puedes repetirlo hasta lograr un resultado satisfactorio.

2. Método del polvo seco

Este método es igual o algo más efectivo que el anterior, ¿cómo lo haces? Utiliza un poco de polvo seco mezclado con una de las tantas soluciones de limpieza para las alfombras que puedes adquirir en el mercado. Extiende esta mezcla sobre toda la superficie a limpiar y frotas con la ayuda de un cepillo. Al final debes aspirar el polvo y tendrás una alfombra limpia, porque el polvo simplemente será un agente abrasivo que hará que puedas eliminar el sucio y las manchas del tejido.

Este método es súper eficiente y te ofrece el plus adicional de no necesitar ningún tipo de tiempo de secado, sin embargo es de hacer notar que necesitas ser constante en emplear este método para obtener resultados de alta calidad de higienización.

3. El método de encapsulación

Simplemente es la mezcla de un agente de cristalización con un agente de limpieza de alfombras, una mezcla que te ofrece excelentes resultados en la limpieza de tus tapetes y que al aplicarlo permite que la suciedad, polvo, mugre y manchas logren una especie de encapsulado, el cual será retirado cuando se seque y logres aspirarlo.

4. Método de la espuma seca

La espuma seca es ampliamente conocida en la limpieza de muchas superficies de nuestros hogares, sobre todo en los tejidos de los muebles y de los sofás. Igualmente es un método de amplia eficacia en las alfombras, solo rocíala en la superficie sucia y permite que la misma actúe por 1/2 hora como mínimo antes de proceder a aspirarla.

No necesita de enjuague y es una solución ideal para alfombras de gran tamaño, lo único a contemplar es que se necesita de un fregado enérgico para obtener una limpieza de destacada calidad.

5. Modo compuesto de limpieza en seco

En el mercado existe un producto denominado “compuesto de limpieza en seco”, el cual es muy parecido físicamente al aserrín humedecido y que mantiene un característico aroma a frutas cítricas. Este producto lo cepillarás sobre la superficie sucia para que la mugre se adhiera a él y finalmente cuando lo aspires obtendrás una superficie limpia.

6. Modalidad con sal y bicarbonato

Puedes lograr una limpieza al mismo tiempo que una desinfección gracias al efecto de la sal, lo que te permitirá eliminar manchas, bacterias y polvo. Además al incluirte bicarbonato también estarás eliminando los desagradables olores que las alfombras acumulan y que son muy comunes, sobre todo en aquellos hogares donde conviven mascotas. Mezcla ambos productos en un envase y espárcelos de modo uniforme sobre toda la alfombra, dejas que puedan actuar por 1 hora y retira la sal y el bicarbonato con ayuda de una aspiradora.

La frecuencia de limpieza de tu alfombra dependerá del tipo de tejido que esta te ofrezca, pero la recomendación más aceptada es la de dar una limpieza como mínimo una vez por semana (aspirado y una limpieza rápida) y al menos cada 6 meses una limpieza profunda (se recomienda hacerla al final del verano). Ahora que ya dispones de todos los necesarios conocimientos para limpiar tus alfombras en seco desde la comodidad de tu casa, es hora de conseguir los ingredientes necesarios y comenzar con esta tarea para disfrutar de máxima higiene, belleza y seguridad.

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