La limpieza dentro del hogar o de la oficina no es algo que se deba tomar a la ligera, en especial cundo tenemos alfombras en estancias de gran afluencia y en ambientes cerrados. Este importante elemento decorativo aporta un toque de elegancia magnífico, personalizad y un aspecto cálido y hogareño, el problema comienza cuando, surge la duda ¿Cuál es la manera correcta de limpiarlas?
Imagina por un momento la cantidad de suciedad, migas de comida, restos de café o mugre causada por las mascotas, la cual, inevitablemente, causa estragos en su apariencia y acorta su vida útil. Si esto también te ocurre a ti, es hora de realizar una limpieza y desinfección profunda. En este artículo te enseñamos cómo limpiar una alfombra con amoníaco fácilmente, sin riesgo y de manera asequible. ¡Presta atención!
Consejos para limpiar una alfombra con amoniaco
La cantidad de materiales existentes para la fabricación de este tipo de accesorios son muy diversos y cada uno demanda una forma de cuidarlo y mantenerlo diferente. Para ello, la mejor elección son los productos caseros, y el amoníaco es uno de los más eficaces para una gran cantidad de tareas domésticas, limpiar alfombras muy sucias es una de ellas.
Sin embargo, el líquido y gas de este compuesto es irritante y corrosivo a la piel, ojos y pulmones, por lo que debe emplearse con suma precaución y evitando la exposición en tiempos prolongados.
Hay personas que aún tienen dudas acerca de cómo llevar a cabo el mantenimiento de las alfombras y conservarlas en buen estado utilizando amoníaco, lo que no saben, es que es un gran aliado para erradicar manchas difíciles y lograr una óptima desinfección. Estos son los pasos que debe seguir para lograrlo:
Limpieza de alfombras con amoníaco paso a paso
- Te recomendamos que antes de iniciar pruebes el amoníaco diluido en una zona oculta de la alfombra para verificar que no sea contraproducente con las fibras y evitar daños y deterioros accidentales.
- Comprobado su uso seguro, ponte guantes de goma, y de preferencia, también gafas y mascarilla para protegerte.
- Aspira toda la superficie con el aspirador para eliminar todo rastro de mugre en mayor tamaño y polvo. No olvides llegar a cada parte para recoger lo máximo posible de suciedad.
- Hecho esto, llena un recipiente con 3 partes de agua tibia (caliente si son manchas rebeldes como grasa, sangre, tinta o barro) y una parte de amoníaco. Mezcla con tu mano bien protegida con el guante.
- Con la preparación anterior no debes empapar la alfombra, solo necesitas verterla en una botella con pulverizador y rociar en las zonas donde haya manchas más pronunciadas y persistentes.
- Deja actuar por 5 minutos y frota con un cepillo de cerdas suaves firmemente hasta que se ablanden y vayan desapareciendo.
- Para limpiar la totalidad de la alfombra, prepara una solución limpiadora con agua caliente, un poco de detergente líquido y una taza de amoníaco. Friégala bien, en especial en las partes con más acumulación de polvo como son las esquinas.
- Finalmente, deja secar al aire libre, pero sin contacto directo con la luz solar para que no se decolore y se vea afectada su vida útil.
Este método sirve para alfombras de pelo largo sintéticas (poliéster), fieltro y lana y moquetas, de hecho, es una de las sustancias más recomendadas para tratar manchas de vómito o heces de tus mascotas en la alfombra.
¡Y no lo olvides! El amoníaco es bastante tóxico, por lo que se debe almacenar en un lugar en el cual los niños ni las mascotas no tengan acceso.