Usualmente se piensa que estos tres términos significan lo mismo, o que al realizar la limpieza también se está desinfectando ¡Y no existe nada más lejano a la realidad! Cada uno de estos procesos cumple una función diferente y sus resultados varían. Recuerda que a pesar de que a simple vista un objeto esté limpio, no se puede ver con exactitud si existen gérmenes, bacterias o microorganismos en él.
En este artículo te contamos cuáles son las diferencias entre la limpieza, desinfección y esterilización de cualquier superficie, así sabrás a ciencia cierta que llevas a cabo el procedimiento recomendado por profesionales de la higiene para evitar infecciones, contagios de enfermedades y nidos de microbios en lugares claves como locales comerciales de comida, centros sanitarios, escuelas, guarderías, en la cocina o el cuarto de baño de tu hogar.
¿En qué se diferencia desinfectar, limpiar y esterilizar?
Aunque estos conceptos tan confundidos están directamente relacionados a la limpieza y la higiene y su misión es similar, es esencial que sepas qué significa cada uno, cuándo es necesario aplicarlos, en qué orden y cuáles son los productos usados para cada proceso. Te explicamos a continuación:
En primer lugar, la limpieza se refiere a la remoción de suciedad y gérmenes de una superficie u objeto. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) ayuda a eliminar agentes patógenos y reduce en gran medida la concentración de los mismos en superficies contaminadas, pero no los desaparece por completo.
Es indispensable limpiar antes proceder a desinfectar, puesto que la materia orgánica es capaz de impedir el contacto directo de un desinfectante con la superficie, y con ello, puede anular la acción y las propiedades microbicidas.
Por otro lado, la desinfección se encarga de remover microorganismos nocivos y evitar su crecimiento y propagación, con el fin de prevenir la contaminación y contagio de infecciones o enfermedades. Una vez esté libre de materia orgánica, debe realizarse esta acción para garantizar un resultado eficaz y el máximo provecho del producto desinfectante.
Finalmente, al esterilizar una zona o un objeto en específico se elimina todo ser vivo que pueda existir en dicha superficie. Lo que diferencia esta acción de la desinfección es que se eliminan todos los microorganismos, tanto los patógenos como los que no. Esta técnica es ampliamente aplicada en el ámbito sanitario como materiales de uso médico e industrias productivas.
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¿Cómo limpiar una superficie?
Antes que nada, debes hacerte con un limpiador o detergente con un pH apto para la cantidad y magnitud de la suciedad de la superficie, bien sea para mugre superficial o grasa adherida. Aplica con agua y frota con un estropajo, paño o cepillo con una fuerza mecánica para ablandar y retirar todo el sucio posible. Hecho esto, enjuaga con agua y seca con un paño limpio para que no quede humedad.
¿Qué productos usar para desinfectar?
Una vez limpia de cualquier partícula, es el momento de la desinfección para la eliminación de virus y bacterias. Para ello, se debe decidir el método, la concentración del producto, su temperatura y el tiempo que estará en contacto dicho químico. Puede ser cloro o alcohol, los cuales son eficaces a la hora de destruir cualquier microbio que haya quedado luego de la limpieza.
Recuerda preparar la solución desinfectante de acuerdo a lo recomendado en la etiqueta del fabricante. Si no se hace de esta forma y se utiliza una disolución incorrecta (demasiado elevada o deficiente), lo más probable es que el objetivo de desinfectar no sea logrado. Si es muy alta, su exposición puede resultar tóxica para quien la aplica y puede ser contraproducente en la superficie y si es muy baja, no será suficiente para inactivar agentes patógenos.
¿Cómo esterilizar objetos?
Este procedimiento es posible realizarlo por medio de métodos químicos o físicos. Uno de estos procesos físicos es el “autoclave”, el cual aplica altas temperaturas en húmero o mejor llamados “hornos de esterilización». Mientras que los procedimientos químicos son aquellos en los que se emplean sustancias y compuestos como el formol o el alcohol.
Los lugares a los cuales se les debe dar especial atención al momento de limpiar y desinfectar son aquellos que se usan de manera frecuente y están en contacto directo durante todo el día, como las sillas, mesas, manijas y pomos, interruptores de luz, el móvil, tableta, las llaves, el teclado, control remoto y todo aquello que pase más tiempo en tus manos.
No olvides que estos tres procesos, especialmente la limpieza y desinfección, son vitales para evitar la propagación de infecciones, enfermedades o contagios en el hogar.