El horno es un elemento que debe ser mantenido en buenas condiciones de limpieza. Hacerlo, no solo nos asegura una buena limpieza en el aparato, sino que también podemos hacer que el aparato tenga una vida útil más larga, lo que siempre supone un ahorro en posibles averías.
Vamos a mostrarte 3 métodos en este artículo para que esto, que normalmente es algo costoso de hacer, lo puedas hacer de manera fácil y sencilla mediante productos en los que no tienes que gastarte mucho dinero en ellos. Esperamos que te sirvan.
Limpiar el horno usando bicarbonato y vinagre
Para este método vas a necesitar bicarbonato de sodio, agua, guantes de goma, un paño de cocina húmedo, una espátula, una botella con spray y vinagre blanco. Vamos a ver los pasos a seguir:
- Vacía el horno, quitando todo lo que puedas desmontar que facilite la limpieza de este.
- Coge un recipiente pequeño y mezcla media taza de bicarbonato con agua hasta formar una pasta.
- Esta pasta es la que tienes que aplicar en el interior del horno, pero evitando los ventiladores y otros calefactores. En los lugares donde haya más suciedad, aplica más cantidad de esta masa.
- Déjalo reposar durante 12 horas aproximadamente.
- Con un paño húmedo, limpia toda la pasta seca, puedes usar la espátula para esto si lo ves necesario.
- Rellena con vinagre la botella con spray y rocía por todo el interior, sobre todo, por dónde aún queden restos.
- Ahora limpia todo con un paño húmedo para que quede totalmente limpio.
- Vuelve a ordenar las cosas del interior del horno.
Usando limón
Nuestro segundo método es con limón, para ello necesitarás, además de limón, una esponja y una espátula. Ya verás como el hecho de que el limón sea un desengrasante natural, te ayuda mucho con la tarea.
- Exprime dos limones y añádelo, junto con agua a una fuente para horno.
- Hornea esto dentro del horno durante 30 minutos a 120º.
- Deja que el horno se enfríe y usa la espátula para fregar las zonas más difíciles, el resto lo puedes hacer con un paño.
- Por último, seca el horno con un paño limpio y seco. Si ves que hay zonas donde no se ha ido del todo la suciedad, repite la operación con la espátula.
Usando Coca cola
Este es el método que menos espera la gente que funcione, pero la verdad es que lo hace muy bien. Retira las rejas del horno y déjalas en remojo dentro de un recipiente con el refresco durante unos 15 minutos.
Después, solo tienes que frotar con un estropajo, para después enjuagar y secar. Después de esto, las rejas estarán como el primer día.