Entre los productos de limpieza con más químicos nocivos para la salud y contaminantes para el planeta, los limpiadores del WC se encuentran en el primer peldaño del listado (y además son más caros). Esto se debe a que la mayoría se compone de hipoclorito de sodio o ácido clorhídrico, ingredientes muy peligrosos que, aunque si cumplen la función de desincrustar la suciedad, son mucho más tóxicos de lo que se cree.
Si quieres conocer alternativas ecológicas que sean más seguras para limpiar el retrete, es probable que esto sea lo que estás buscando. Busca papel y pluma y toma nota de este remedio casero, fácil y rápido para lavar el inodoro con cáscaras de limón, dejarlo libre de bacterias, con agradable aroma ¡Y sin gastar casi nada de dinero!
Cómo limpiar el inodoro con cáscaras de limón
Ya hemos hablado en el pasado de los beneficios y usos de los frutos cítricos en las tareas domésticas, no obstante, no solo el zumo es aprovechable. Este infalible truco es ideal para limpiar la taza del baño en cuestión de minutos, eliminar malos olores, microorganismos nocivos y moho con solo unas cuantas cáscaras de limón y vinagre blanco o bicarbonato de sodio, así que si las tirabas a la basura en el pasado ¡No vuelvas a cometer ese error! Mejor sigue estos pasos:
- Licua las cáscaras de 8 a 10 limones junto a ½ litro de agua y una taza completa de vinagre blanco.
- Una vez hecho lo anterior, cuela la mezcla y guarda el líquido en un recipiente.
- El siguiente paso es esparcir bicarbonato de sodio en el inodoro (muy efectivo para remover el sarro), luego, vierte el limpiador casero en el interior de la taza del WC, incluyendo los laterales.
- Espera que actúe durante 5 minutos y luego frota con la escobilla como de costumbre.
- Si notas que la mugre no sale, ponte guantes protectores y frota con un estropajo directamente para que las manchas salgan fácil y en menos tiempo.
- Al final, tira de la cadena y disfruta de los sorprendentes resultados.
Nota: Si bien este hack de limpieza funciona con casi cualquier fruto cítrico, la acidez del limón aporta un extra de eficacia que no lo supera la naranja, la toronja, la mandarina ni el pomelo.
El limón, además de ayudar a eliminar las manchas oscuras al fondo del retrete, goza de propiedades antibacterianas y antisépticas, que, aunque no desinfectan a tal escala como la lejía o el alcohol, sigue siendo un gran aliado para desaparecer óxido, sarro, grasa y moho, y por si fuese poco, es excelente para neutralizar olores desagradables. ¡Ponlo a prueba tú mismo/a!