El famoso tenor italiano Luciano Pavarotti es autor de una frase que se ha quedado grabada en mi subconsciente por años: “Una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrarnos en la comida”. ¡Y qué momento hermoso llega a la hora de comer! Ahora bien, lo que no es tan agradable, es la limpieza de la mugre resultante en esta área, en especial en electrodomésticos de uso constante, como lo es el horno.
Si bien la grasa de la zona interna y las bandejas se puede eliminar con bicarbonato y vinagre como alternativa al desengrasante comercial, limpiar la puerta del horno sin rayar el cristal es el verdadero reto. Si estás aquí buscando formas de dejar reluciente este vidrio, sigue leyendo y conoce los trucos para lograrlo sin esfuerzo y sin químicos caros.
Cómo limpiar la puerta de cristal del horno fácilmente
La mayoría de nosotros pospone la limpieza del horno y solo le presta atención cuando ya se ha formado una gruesa capa grasienta de residuos de alimentos y salpicaduras. La buena noticia es que dejar el cristal del horno como nuevo no es tan complicado, solo debes un poco de tiempo y seguir estos pasos:
- Antes que nada, remueve cualquier resto de alimento adherido al cristal. Para ello, prepara una mezcla con una taza de agua caliente, un poco de jabón para lavavajillas, 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y media taza de vinagre. Rocía el vidrio con este quitagrasas casero y deja actuar durante 20 a 30 minutos.
- Al transcurrir este tiempo, recoge los residuos con un paño de microfibra humedecido en agua tibia. De ser necesario, lava el trapo y pásalos repetidas veces hasta que no quede rastro de productos.
- Si aún queda comida y grasa pegada, es momento de sacar el arma secreta: un raspador/rascador de ventanas. Mientras el cristal sigue húmedo, raspa cuidadosamente con movimientos suaves para terminar de desprender cualquier suciedad remanente.
Raspador ventana horno - Finalmente, enjuaga y seca con un paño limpio moviéndolo en una misma dirección de arriba hacia abajo o de un lado a otro (no circularmente para no dejar marcas). También puedes repasar al final con un paño de microfibra y un poco de alcohol.
Nada como un jugoso cordero lechazo, un lomo a la sal, un pavo o pollo (picantón) relleno o un besugo horneado ¡Una delicia! Sin embargo, el gusto no será el mismo si lo cocinas con el horno sucio. No lo descuides, límpialo de forma frecuente (el interior, las rejillas y la puerta), ¡y buen provecho!