Puede que no te des cuenta, pero limpiar tus cepillos con regularidad es muy importante para mantener un cabello sano. Cada vez que te cepillas el cabello, transfieres aceites, suciedad y acumulación de productos a las cerdas. Si no limpias las cerdas regularmente con una solución simple como bicarbonato de sodio, toda esa suciedad seguirá redistribuyéndose nuevamente en tu cabello que alguna vez estuvo limpio.
¿Quién quiere cepillarse el pelo con una herramienta sucia? Por esto un buen fregado y una buena limpieza no solo ayuda a eliminar toda la suciedad de las cerdas del cepillo. También ayuda a prolongar la vida útil de tus queridos utensilios para el cabello al prevenir el crecimiento de bacterias y mantenerlos en óptimas condiciones. A continuación, te enseñaremos todo al respecto.
¿Por qué el bicarbonato de sodio es eficaz para limpiar los utensilios?
No subestimes el poder de un simple ingrediente doméstico como el bicarbonato de sodio. Es un agente limpiador versátil y eficaz que puede hacer maravillas con tus cepillos para el cabello. La razón por la que el bicarbonato de sodio es tan eficaz para la limpieza radica en sus propiedades químicas.
Al ser un álcali suave, ayuda a descomponer la suciedad y la grasa, lo que facilita su eliminación de superficies como los cepillos para el cabello. Además, su suave naturaleza abrasiva ayuda a eliminar cualquier residuo rebelde sin causar daños.
¿Cómo limpiar los cepillos para el cabello con bicarbonato de sodio?
Es increíblemente fácil hacer que las cerdas del cepillo para el cabello cubiertas de suciedad luzcan como nuevas nuevamente usando una solución simple hecha con bicarbonato de sodio. No solo es una opción ecológica y asequible, sino que también hace maravillas para eliminar la suciedad, el aceite y la acumulación de productos en las herramientas para el cabello. Primero que nada, reúne lo esencial: un recipiente con agua tibia, un poco de bicarbonato de sodio, un cepillo de dientes viejo y tus cepillos sucios y peines de plástico.
Mezcla aproximadamente una cucharada de bicarbonato de sodio en agua tibia hasta que se disuelva por completo. Remoja tus cepillos y peines en este brebaje mágico durante aproximadamente 30 minutos a una hora. Después de remojarlos bien en la solución de bicarbonato de sodio, saca cada cepillo o peine del agua uno a la vez.
Utiliza el cepillo de dientes viejo para frotar suavemente la suciedad o los restos que queden entre las cerdas o los dientes mientras lo pasa por agua tibia para asegurarse de que sea minucioso. Una vez que estén absolutamente limpios y libres de suciedad, enjuágalos por última vez antes de colocarlos sobre una toalla para que se sequen al aire.
Limpia tu peine con vinagre blanco y bicarbonato de sodio
Los peines y cepillos pueden acumular suciedad, aceite, acumulación de productos y restos de cabello con el tiempo. Para mantener la higiene de estas herramientas, es necesario limpiarlas periódicamente. Una forma eficaz de hacerlo es utilizando vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Esta combinación puede descomponer el aceite, la suciedad o los residuos que hayan quedado en los peines o cepillos.
Para empezar, llena un recipiente o fregadero con agua tibia. Agrega una taza de vinagre blanco por cada cinco tazas de agua utilizadas. Luego, sumerge los peines y cepillos en la mezcla durante 10 minutos para que se empapen en la solución. Luego, enjuaga todo el líquido restante con agua fría antes de sacar tanto los cepillos como los peines del recipiente o fregadero.
Una vez retirado, debes mezclar una cucharadita de vinagre blanco y bicarbonato de sodio en otro recipiente hasta que formen una sustancia similar a una pasta, luego usa un cepillo de dientes viejo para aplicar dicha pasta tanto en los peines como en los cepillos, enfocándote generosamente más en las áreas donde se quedaron restos de cabello pegados.
Una vez que se hayan cubierto todos los residuos, debes dejar que la pasta repose entre cinco y 10 minutos, para que pueda descomponer cualquier aceite o residuo que aún esté adherido antes de finalmente enjuagar todo con agua tibia.