Las técnicas de limpieza son de gran necesidad al momento de abordar el orden y la organización del hogar y de sus espacios, igualmente para los ambientes laborales y los negocios. Marie Kondo ha contribuido de un modo fundamental en generar los lineamientos a través de los cuales lograr una excelente tasa de éxito en conseguir que la limpieza se apodere de los espacios de las casas y una de sus inclinaciones es la de utilizar mecanismos sesgados hacia la sostenibilidad.
La despensa de los hogares es un espacio destinado al almacenamiento de incontables productos y alimentos de uso diario, muchos de ellos con geniales propiedades que pueden ser utilizadas para la limpieza y la desinfección de los espacios y de las superficies. Por lo que Marie Kondo hace un perfecto uso de estos productos de la despensa capaces de limpiar en profundidad y sin la influencia de químicos o sustancias peligrosas para la salud.
Marie Kondo y la limpieza ecológica
El aspecto ecológico va de la mano con la generación o la conservación de salud y está plenamente demostrado que la incidencia directa e indirecta de productos de limpieza y desinfección que utilizan químicos y sustancias nocivas, son ampliamente perjudiciales para la salud de las personas y de las mascotas que viven en los hogares donde son utilizados este tipo de productos.
La nueva modalidad mantiene una genial inclinación y predilección hacia los productos naturales y no hay que ir muy lejos para conseguirlos, porque en la propia despensa del hogar existen alternativas verdaderamente eficaces para luchar contra bacterias, gérmenes, moho y parásitos de un modo eficiente y siempre manteniendo la plena certeza de que serán productos de uso ecológico y sin ningún tipo de riesgo para la salud en general.
Técnicas ecológicas de Marie Kondo para limpiar
El vinagre es uno de los grandes aliados en la limpieza del hogar de un modo ecológico, está perfectamente disponible en todas las alacenas de los hogares y su uso no implica ningún tipo de potencial riesgo para la salud. Es ideal para la limpieza de las superficies verticales, como las paredes, las puertas de las duchas y las ranuras entre los azulejos, y es capaz de eliminar una extensa cantidad de virus y bacterias nocivas.
La modalidad de uso es sencilla, simplemente se debe mezclar una y media taza de fécula de maíz con media taza de vinagre y en una sartén cocinar a fuego bajo, sin dejar de remover hasta que la mezcla espese. Una vez finalizado el proceso, se deja enfriar la mezcla y se almacena en un recipiente hermético que cuente con tapa, obteniendo un poderoso limpiador y desinfectante y con una extraordinaria facilidad y flexibilidad para ser almacenado.
Limpiar los minerales adheridos a los espacios del baño
Los baños son proclives a almacenar los minerales naturales del agua y esto es causado por ser propensos a la humedad, pero la solución está en la despensa de la cocina. Para ello debes mezclar un tercio de taza de bicarbonato de sodio con una taza de vinagre y permitir que se forme abundante espuma, esta espuma debes verterla en una bolsa de plástico. Seguidamente, puedes introducir el duchador en la bolsa de plástico con la mezcla y esperar los mejores resultados, una técnica que puedes emplear para las juntas y en general para todas las tuberías y grifería.
Barbacoas limpias y desinfectadas
Una de las soluciones más practicas conseguidas por la experta del orden Marie Kondo para las parrillas y las barbacoas es la de utilizar aceite vegetal con un poco de sal y una brocha, esta mezcla debes aplicarla sobre toda la superficie metálica de la parrilla y para retirarla utiliza una papa partida a la mitad, con la que restregarás enérgicamente la parrilla hasta que esté perfectamente limpia.
Eliminando la grasa adherida a los hornos
El horno es uno de los implementos de cocina que acumula una excesiva cantidad de desechos, residuos de comidas preparadas y grasa, evidentemente por su condición de ser un espacio cerrado donde se cocinan los alimentos. Esta limpieza es sencilla de llevar a cabo a través de un tazón de agua colocado dentro del horno y precalentarlo, seguidamente enciendes el horno a máxima potencia por 20 minutos.
El vapor desprendido por el agua del recipiente hará que la grasa y los jugos de la comida acumulados puedan aflojarse, una vez que el horno este frío es posible limpiarlo con una esponja y un trapo húmedo. Aquí puedes perfectamente utilizar un paño húmedo con una mezcla de vinagre y conseguir además de la limpieza, una óptima eliminación de cualquier patógeno o bacteria dañina, resultante de la descomposición de los residuos de los alimentos.