El bicarbonato de sodio es un ingrediente esencial en numerosos productos cosméticos. No solo se utiliza para aliviar el malestar estomacal producido por la acidez, suavizar la consistencia de las masas en la cocina y quitar manchas de la ropa. Las propiedades químicas del bicarbonato lo hacen ideal para formar parte de tratamiento de belleza que pueden aplicarse en la piel y el cabello.
Esta mascarilla facial contiene ingredientes que la mayoría de las personas tienen en su despensa en este momento y que incluso usan para la limpieza del hogar. Todo es natural, así que puedes sentirte bien con lo que te estás poniendo en la piel. Te estamos enseñando una manera excelente y eficaz de lograr esa apariencia suave, brillante y radiante de manera segura y a un costo muy bajo.
¿Cómo prepara la mascarilla facial de bicarbonato y miel?
Te sorprenderá lo sencillo que resulta mejorar la apariencia de tu rostro. Los efectos de esta mascarilla pueden notarse al instante, debido a su poder exfoliante, pero al usarlo con cierta regularidad verás como la apariencia de tu piel luce cada vez mejor. Para preparar esta mascarilla necesitarás invertir solo 2 minutos de tu tiempo y conseguir los siguientes ingredientes: 4 cucharadas de bicarbonato de sodio, 1 cucharada de miel de abejas y 2 cucharaditas de agua o menos, todo dependerá de la textura de tu miel y cuánta agua hace falta para hacer una pasta espesa.
Método de preparación de la mascarilla facial
Vierte el bicarbonato de sodio en un recipiente de vidrio limpio y agrega la miel. Ahora agrega agua lentamente, una cantidad muy pequeña a la vez, y con el mango de una cuchara, mezcla para formar una pasta espesa. Aplica la pasta sobre la piel limpia de la cara, teniendo cuidado de evitar los ojos y el área de las fosas nasales. Permite que la pasta repose durante 15-20 minutos. Comenzará a sentirse más seco, pero no duro ni demasiado apretado. Es posible que sienta un cosquilleo muy leve.
Humedece un paño con agua tibia, escúrrelo y quita la pasta del rostro con suaves movimientos circulares. Luego enjuaga bien con agua y seca como acostumbras. Cualquier mezcla sobrante se puede usar al día siguiente o luego de dos días. Basta con añadir un poco de agua si se ha endurecido demasiado. Agrega agua a la pasta sobrante y utilícela en la ducha sobre su cuerpo como exfoliante.
Así es, si diluyes ligeramente la mascarilla que aprendiste a preparar, puedes usarla en todo el cuerpo. Notarás que funciona como un excelente exfoliante. Solo debes tener cuidado de que no entre en contacto con tus ojos o nariz, ya que, el bicarbonato de sodio es una sal que tiene un alto contenido de sodio y es irritante para las mucosas.