Las hipotecas de vivienda son un recurso financiero de altísima eficiencia para que las personas puedan optar a vivienda propia, pero constituyen un arma de doble filo y es que los contratantes tienen un par de cosas de las cuales estar atentos. Una de ellas es mantener la certeza de que las hipotecas al mantener una gran diversidad están destinadas a clientes y a necesidades específicas, por lo que no funcionan de forma apropiada para todos los clientes.
Además de ello, es muy posible que para conseguir las mejores condiciones sea probable que los clientes tengan que llevar a cabo sacrificios y acepten algunas condiciones denominadas contrapartidas o vinculaciones que son exigidas por las entidades financieras como requisitos previos a su aprobación. Así que si estás en la búsqueda de una hipoteca de vivienda, es importante que conozcas al detalle la manera correcta de negociar con el banco una hipoteca.
Las vinculaciones en las hipotecas de vivienda
Las famosas vinculaciones no son más que los contratos o exigencias adicionales que las entidades financieras solicitan a los clientes, y a cambio entregan cierta flexibilización en las condiciones de la hipoteca de vivienda. Dentro de este amplio abanico de opciones están las de disminuir las tasas de interés a ser pagadas por el préstamo y otros beneficios derivados con relación al contrato hipotecario.
La idea principal de los bancos es la de conseguir la rentabilidad a nivel cliente, esto no es más que sacrificar las ganancias de un producto para conseguirla mediante otros. Esta es una situación que se llevó a cabo durante la crisis y de esta manera conseguir cierta rentabilidad en algunos de los productos ofrecidos por el banco, quien sacrificaba las ganancias de las hipotecas, pero conservaba beneficios con las demás vinculaciones.
Vivienda nueva anclada a contratos con el banco
En la actualidad es posible encontrarse de todo, desde hipotecas libres de vinculaciones hasta otras que tienen algunas y otras tantas con bastantes. Es decir, un amplio panorama capaz de satisfacer las necesidades de todos los clientes y que amerita que se lleve a cabo un análisis personal de cada caso en particular antes de inclinarse hacia una u otra decisión con relación a las hipotecas de vivienda.
Dentro de este universo de vinculaciones que están desapareciendo está el llamado “plan de protección de pagos”, que no era más que disponer de cierto capital para asegurar la cobertura de varios meses de cuotas de la hipoteca en caso de perder el trabajo o de sufrir algún tipo de incapacidad. Siendo reemplazada por la obligatoriedad de contratar un seguro de vida o de hogar o el simple hecho de generar gastos con una nueva tarjeta de crédito.
En general, estos nuevos productos añadidos simplemente suavizan los intereses que los clientes deben pagar y que en un principio puede significar una estrategia de amplios beneficios para los clientes, pero que al final no siempre finalizan siendo una opción de gran calibre para el hipotecado. De allí que hay que tener claro que si la contratación del producto representa un gasto superior al ahorro de la cuota, se estará haciendo un negocio de poca rentabilidad.
Los seguros como una opción de vinculación hipotecaria
Más allá de evitar las vinculaciones, es importante reconocer aquellas que nos convienen, de allí que se deba estudiar todas las ofertas ofrecidas por los bancos y conseguir compromisos solo con aquellas que se pueden cumplir. Además de desechar todas aquellas que requieran de un cambio en nuestra rutina, lo que permite afirmar que si la vinculación representa un coste para ti, entonces es una opción negativa y no debe de interesarte.
Como un ejemplo clásico es posible analizar el caso de las vinculaciones de las tarjetas de crédito, si el cliente está familiarizado con ellas y sabe cómo manejarlas sin problemas, entonces es posible que pueda con la carga que esta vinculación implica. Pero en caso contrario, es posible que sin los conocimientos o sin la experiencia de uso de las tarjetas de crédito, las nuevas deudas supondrán un coste adicional, por lo que no convendría aceptar esta vinculación del crédito hipotecario.
El seguro del hogar es otra de las vinculaciones que puedes negociar, aquí es importante conocer que los seguros de incendios son obligatorios y a este se le conoce como “seguro de daños”, para cubrir el valor de la vivienda en caso de algún siniestro o daño. Una obligación que el cliente tiene con la Ley, pero que evidentemente en vez de hacerlo directamente con una compañía de seguros, puede vincularlo con los planes disponibles del banco para estos casos.