El calabacín es un elemento básico de la cocina de verano, desde ratatouille hasta ensaladas de verano y salteados requieren de este delicioso vegetal. Su popularidad no es de extrañar, ya que esta verdura versátil es fácil de cultivar en el jardín. Si bien los tipos más comunes de plantas de calabacín producen frutos verdes, también puedes cultivar variedades de calabacín doradas o bicolores, los cuales se ven muy bien en un huerto junto a tu plantación de pepinos.
Antes de poner manos a la obra y comenzar a plantar calabacines, debes saber que estamos hablando de un productor vigoroso. Si bien cada planta producirá varios frutos durante la temporada alta, por lo general encontrarás que una o dos plantas de calabacín producirán una cosecha «excelente», es decir, inusualmente grande, lo que te permitirá regalar la calabaza a los vecinos u hacer muchas recetas.
Cuando plantar calabacín en el Huerto
El calabacín ama el clima cálido. Espera para plantar semillas o trasplantar tus plántulas hasta que el suelo tenga al menos 18 a 22 °C. En las zonas de cultivo más cálidas, los jardineros pueden plantar dos cosechas de calabacín, una en primavera y otra en otoño. En áreas más templadas, el calabacín se cultiva como una planta de verano, generalmente plantado en mayo.
Dónde plantar calabacín
El calabacín necesita pleno sol, al menos de 6 a 8 horas, y suelo constantemente húmedo con alto contenido de materia orgánica. Algunas variedades de calabacín son tipos de enredadera que requieren un enrejado o mucho espacio para expandirse. También hay tipos de arbustos adecuados para jardinería en maceta y huertos en espacios pequeños. Para obtener los mejores resultados, selecciona correctamente el tipo de calabacín con el espacio en el que haces la siembra.
Cómo preparar el suelo para el calabacín
Antes de plantar calabacines, mejora el suelo en las áreas de plantación, mezclando una capa de 8 cm de suelo enriquecido con abono envejecido en unos 18 cm superiores de suelo nativo. Esto no solo mejorará la textura del suelo, sino que también dará a las plantas una ventaja en cuanto a la nutrición. Si se planta en una maceta, llénela con una mezcla para contenedores multiusos, más liviana y esponjosa, que también contiene abono rico en nutrientes.
Cómo plantar calabacín
Las plantas de calabacín se pueden cultivar a partir de plantas jóvenes o semillas. Comenzar con plantas de calabacín jóvenes y fuertes, te acercan automáticamente a la cosecha, además es una excelente solución cuando comienzas tarde a plantar. Al comenzar con las semillas, deben sembrarse directamente en el jardín después de que haya pasado toda posibilidad de heladas. Debido a que las semillas brotan y crecen tan rápido, realmente no hay necesidad, incluso en las áreas de jardinería más frescas, de sembrar en el interior.
Cuando la tierra se haya calentado en los lechos de siembra, planta las semillas a 1 cm de profundidad, con una separación de 8 a 10 cm, en hileras con una separación de 60 a 90 cm. Adelgaza las plantas para que queden separadas unos 15 cm una vez que tengan entre 12 y 15 cm de altura.
Otra opción es plantar 2 o 3 semillas en un recipiente que tenga al menos 50 cm de diámetro. Una vez que las plántulas tengan unos cm de alto, recorta dos en la línea del suelo, dejando que crezca solo la planta que se ve más fuerte.
Para un mejor crecimiento, las plantas de calabacín necesitan alimentación regular, además de ser plantadas en el suelo rico y nutritivo mencionado anteriormente. Además, necesita una humedad constante para producir grandes cosechas sin problemas. De lo contrario, las frutas son susceptibles a la pudrición del extremo de la flor, que es cuando el extremo de la flor del calabacín comienza a pudrirse. Riega a fondo cada vez que los cm superiores del suelo estén secos. Debido a que la enfermedad se puede propagar fácilmente a través de las hojas de las plantas de calabacín, deberás tener cuidado al regar para dirigir el chorro hacia el suelo y no hacia las hojas.