Para todo en la vida hay normas que hay que cumplir, por ejemplo, al comer no se mastica con la boca abierta ni se habla con la boca llena, antes de dormir debes ponerte el pijama y no la ropa con la que sales a la calle y, si hablas con otra persona debes verles a los ojos, no al móvil ¿Cierto? Ahora bien, aunque parezca exagerado, para prolongar limpieza y orden en el hogar, hay reglas casi obligatorias, y si no se siguen, abren paso al caos en cuestión de instantes.
Es posible que te llamen exagerada o piensen que tienes un trastorno obsesivo-compulsivo ¡Pero no! Realmente existen medidas a seguir para evitar el desastre en casa, en especial en los dormitorios. Hoy quiero contarte cuáles son estas 7 reglas vitales para mantener las habitaciones limpias y organizadas por más tiempo. ¡La clave son los pequeños actos diarios!
Normas que debes seguir quieres que tu habitación permanezca impoluta
Tener la casa limpia limpiando menos si es posible, no es un cuento de hadas ni un hecho aislado. En realidad, no es necesario realizar las tareas domésticas todos los días para lograrlo, basta con cuidar los hábitos rutinarios que marcan la diferencia. Sigue los siguientes consejos y haz que tu habitación luzca impecable y sin esfuerzo:
- Ataca el desorden al despertar: Cualquier objeto que no pertenezca al dormitorio ¡Sácalo de ahí! Eso incluye las tazas de té, vasos de agua olvidados, latas en el escritorio, papeles (facturas, recibos), libros que van en la biblioteca y terminaron por doquier, cajas vacías sin nada en su interior ¡Acaba con ellos desde el inicio del día!
- La cama se ordena a diario: Es tan simple como levantarte por las mañanas, ventilar un poco, sacudir las sábanas, estirarlas como deben ir, sacudir las almohadas y cojines para darles volumen. ¡Con el tiempo se hará una acción automática!
- Deshazte de lo que no uses a menudo: Evita el desastre y dile adiós a lo que realmente no necesites, no utilices o se haya dañado hace meses. Clasifica los objetos para vender, donar o regalar y aparta lo que sí desees conservar. ¡La energía se renovará y tendrás más espacio!
- Ordena la ropa: Una mala costumbre es colocar prendas usadas en la silla del rincón y dejar que se acumulen por semanas hasta que caen al suelo ¡No lo sigas haciendo! Mejor educa tus conductas y oblígate a colgarlas al momento o doblarlas en una esquina de la cama para saber que ya las usaste, pero que soportan una puesta más.
- Invierte en accesorios para almacenar tus cosas: Desde un joyero, hasta una caja para maquillaje, cajones para guardar cosas bajo la cama, divisores de estantes, colgadores para bolsos o perchas modernas en las que puedas colgar varias prendas. Aunque parecen tonterías, la verdad es que sí ayudan muchísimo a optimizar el espacio.
- Hazte con muebles multifuncionales: Zapateras que también sirven como mini estantes, camas con cajones para almacenar ropa de cama, toallas o la ropa fuera de temporada, mesillas de noche con varios compartimentos ¡Actualmente existen muchísimas alternativas!
- Convierte el orden en un hábito: De nada sirve que te mates 24 horas seguidas organizando todo si al día siguiente el “efecto rebote” hará de las suyas. Haz que el mantenimiento de las habitaciones no sea un castigo ni una labor aburrida, sino un estilo de vida que no se debe descuidar, así como si se tratase de una alimentación balanceada, ejercicio físico o de un deporte.
Siguiendo estas sencillas, pero poderosas prácticas podrás conservar tu dormitorio en perfectas condiciones, sin tanto estrés y cansancio en el proceso. La clave es no postergar los deberes esenciales y llevar a cabo cada tarea con conciencia, positivismo y respeto.