Lo creas o no, la mayoría de los dueños de mascotas tardan un mes —e incluso más— en realizar una limpieza profunda a los recipientes del agua y comida de su perro o gato ¡Sí, es en serio! Y lo peor de todo, es que cuando deciden hacerlo, no lo hacen correctamente.
Bien sea por ignorancia, falta de tiempo o por simple pereza, debes saber que no lavar el plato de las mascotas puede traer terribles consecuencias a la salud, tanto la de tu hijo peludo como la tuya y la de quienes habitan en casa. Presta atención a este artículo y entérate cuáles son los riesgos de no limpiar a tiempo estos envases. ¡Cambiará tu forma de ver las cosas!
Estos son los riesgos de lavar mal el comedero y bebedero de tu mascota
Según un estudio publicado en la revista Plos One y llevado a cabo por la Universidad Estatal de Carolina del Norte, se comprobó que la mayoría de los amos de mascotas no conoce las medidas adecuadas de higiene a la hora de preparar y servir el alimento de las mascotas, y no, no solo nos referimos a desechar la comida una vez caduque o se dañe, sino también a la forma en la que se lavan los comederos o bebederos. Puede que parezca exagerado, pero es vital que sepas que los recipientes de comida y agua de las mascotas son unos de los objetos más contaminados del hogar, tanto, que están casi al mismo nivel que el mismísimo inodoro. Bien sea que le des comida casera, enlatada o alimento seco especial, si se deja expuesto al aire libre o se almacena en envases sucios, puede convertirse en el nuevo hogar de bacterias como la E. Coli y la Salmonela.
Los expertos también aconsejan utilizar tazones de acero inoxidable, porcelana o vidrio para servir comida o agua a los animales, pues, aunque el plástico es más popular, económico y práctico en estos casos, cuando comienza a desgastarse, las bacterias, virus y aceites se incrustan en este material y es casi imposible eliminarlos.
¿Cómo y cada cuánto se deben lavar los platos de las mascotas?
Es probable que veas “limpio” el recipiente de comida, sin embargo, es recomendable lavarlo con agua, preferiblemente caliente o tibia y jabón una vez haya terminado de comer. Por otro lado, el de agua debe lavarse cada dos días como máximo si está interior, o diariamente si está afuera, hay 2 o más perros o si observas que está muy baboso y sucio.
Nota: Siempre lávalos con una esponja exclusiva para los comederos y bebederos de mascotas, ¡nunca con la que se utiliza para lavar los platos de uso humano! No olvides que no solo los residuos de alimentos atraen microorganismos contraproducentes, también los microbios de su boca y la saliva que botan se transfieren a los restos de alimentos, aumentando la humedad y produciendo un ambiente propicio para que crezcan y se reproduzcan estos gérmenes responsables de infecciones estomacales, diarreas repentinas y otras complicaciones de salud.
Otra recomendación importante es lavarse siempre las manos y bajo las uñas con agua y jabón durante 20 segundos después de manipular los tazones de las mascotas. Recuerda que una óptima higiene, además de contribuir a que tu perro/gato no pierda el apetito (no les gustará comer en un recipiente sucio), reduce el riesgo de presentar problemas de su salud y la de quienes viven con ellos, sobre todo si tienen un sistema inmunológico delicado, como ancianos o niños pequeños. ¡Cuida tu salud y la de tu peludito!