En toda vivienda hay un riesgo, aunque sea mínimo, de incendio. Es uno de los problemas más graves a los que debemos hacerles frente, pero por suerte existe una gran variedad de sistemas de protección contra el fuego que, por otro lado, debes conocer, sobre todo en estos tiempos.
En este artículo, te explicaremos en qué consisten todos estos sistemas, para que tengas un conocimiento esencial que, en el futuro, te ayude a extinguir un posible incendio en tu hogar de la manera más efectiva y confiable.
Tipos de sistemas de protección de incendios
La protección de incendios puede ser activa o pasiva. La activa se centra en la extinción del fuego, mientras que la pasiva sirve únicamente para su contención. Por ello, lo ideal es tener una combinación de ambas.
Protección pasiva
Se trata del conjunto de medios que debe reunir un edificio o un recinto con tal de prevenir los daños causados por el fuego. Su objetivo principal es evitar pérdidas personales y materiales, además de la propagación de las llamas. Son remedios preventivos, pues solo sirven para tratar de mitigar las secuelas. Se denomina a esta protección pasiva porque no requiere de la intervención humana ni de ningún tipo de energía externa.
Sus principales ventajas es que está integrada dentro del proceso de construcción, no está formada por elementos móviles y no se conecta a ninguna instalación. Solo requiere de un mantenimiento mínimo y funciona fenomenal. Un ejemplo de sistema de protección pasiva es el propio diseño de la estructura del edificio, de tal manera que evite el colapso y la propagación del fuego en caso de incendio. Otros ejemplos son los falsos techos, las puertas cortafuegos, etc.
Protección activa
Se trata del equipo destinado a alertar para evitar que se propague un incendio y que requiere de intervención humana. En primer lugar, existen sistemas cuya única función es detectar el fuego, como los detectores de llamas, calor y humo. Si perciben algo inusual, alertan a todos los que se encuentren en el edificio en cuestión en ese momento para que evacúen lo más rápido posible.
Por último, tenemos los elementos supresores de fuego. En esta categoría, la cual se encuentra dentro del grupo de sistemas de protección activa, podemos encontrar extintores, bocas de incendios, mangueras… Repetimos lo que hemos explicado antes: lo ideal para proteger un edificio de un incendio es combinar las dos protecciones: tanto la activa como la pasiva. De esta forma, podremos tener una mayor seguridad en caso de que el fuego pretenda devorar el edificio.
Cómo proteger tu casa del fuego
Evidentemente, no es lo mismo proteger un edificio de oficinas que una vivienda particular. Nosotros te recomendamos contratar a un especialista en el tema para que te aconseje, pero, antes de eso, valora bien la necesidad que tienes de proteger tu hogar contra incendios. Por regla general, cuanto más peligroso y habitado esté un domicilio, mayores deberán ser los sistemas de seguridad.