El hogar es catalogado como el refugio definitivo para garantizar bienestar, alegría y seguridad, pero al mismo tiempo es el responsable de una considerable inversión económica por parte de sus propietarios. Lo que desencadena la necesidad de protección para la vivienda como un tema esencial, manteniéndose los seguros como la mejor opción para llevar tranquilidad, al garantizar la cobertura ante un daño o un inesperado incidente.
Entender y conocer lo relacionado con el funcionamiento de los seguros del hogar, sus coberturas y sus tipos es esencial para la correcta garantía y protección del patrimonio de la vivienda. Y es que una póliza de seguros es la alternativa más recomendable al momento de mantener a salvo la inversión llevada a cabo para la compra de una vivienda, con opciones que sin lugar a dudas se adaptan a las diversas necesidades y circunstancias personales del hogar y de su contenido.
Definiendo al seguro de la vivienda
Se llama seguro de la vivienda al contrato establecido entre el propietario y una compañía de seguros que mantiene un diseño inclinado hacia la protección de la vivienda y sus contenidos frente a una gran cantidad de eventualidades y riesgos. Incendios, robos, daños y accidentes son habituales y los seguros de vivienda permiten tranquilidad al salvaguardar al hogar ante estos y otros daños y al ofrecer protección en caso de responsabilidad civil (daños a terceros).
Antes de contratar un seguro para el hogar es de suma importancia manejar toda la información relevante sobre las diferentes opciones disponibles, como lo son las coberturas, los importes y la disponibilidad en el mercado. Lo que te permitirá llevar a cabo la mejor elección con relación a las necesidades personales y a la situación individual de cada caso en específico.
Los tipos de seguros de vivienda y sus coberturas
En función de las garantías y las coberturas ofrecidas, los seguros de vivienda se clasifican en categorías, de allí que exista el seguro básico, un tipo de seguro que ofrece cobertura y protección mínima ante eventos como inundaciones, rayos, incendios y algunos fenómenos meteorológicos, lo que los convierte en la opción más económica, pero con una cobertura sumamente limitada.
El seguro de contenido es aquel que se centra en la protección de los diversos bienes personales y mobiliario que se encuentra dentro del hogar, electrodomésticos, ropa, joyas y todo objeto que goce de cierto valor. El seguro de continente, que se destaca por cubrir los elementos fijos y la estructura de la vivienda, incluidas paredes, techos, sistemas eléctricos y suelos, un seguro esencial para los propietarios, ya que protege la totalidad del valor del inmueble.
También está disponible el seguro multirriesgo, que combina las opciones de las coberturas que ofrece la opción del seguro continente y del seguro contenido y que además puede inclusive incluir garantías adicionales. Dentro de ellos está la responsabilidad social, la defensa jurídica y la asistencia en el hogar, además de la protección contra daños estéticos, manteniéndose como la opción con más protección, tanto para el hogar como para sus ocupantes.
El seguro del hogar y sus objetivos principales
El objetivo principal de tener un seguro para la vivienda es llevar la protección a las propiedades materiales ante un incidente que sea capaz de provocar daños al hogar, que en este caso es la vivienda y que es capaz de afectar a terceros. De allí que lo más fiable sea recurrir a los servicios de los seguros ante cualquier eventualidad con coberturas que incluyen una gran cantidad de soluciones y protección ante cualquier eventualidad.
La obligatoriedad de un seguro de vivienda
La legislación vigente española no establece ninguna obligatoriedad relacionada con la contratación de un seguro para el hogar, aunque evidentemente se trata de una de las opciones más recomendadas para enfrentar cualquier posible suceso o accidente. En contraparte, al solicitar una hipoteca de vivienda, el banco prácticamente obliga al cliente a la contratación de un seguro de hogar, que sea capaz de garantizar la protección del valor del inmueble.