Es común que, con el tiempo, se vayan incrustando residuos de alimentos y grasa quemada en los rincones internos y externos de nuestros sartenes y ollas, o incluso, hay situaciones más drásticas en que ocurren ciertos descuidos en la cocina y accidentalmente se nos quema la comida. Si bien, a veces podemos salvar el almuerzo, siempre te quedará una olla o sartén quemados. Debemos atender este asunto de limpieza lo más pronto posible pues, necesitamos tener utensilios de cocina en buen estado e impecables, ya que de lo contrario esto puede afectar nuestras recetas, e incluso nuestra salud. Sin embargo, seguro piensas que decir esto es más fácil que hacerlo.
Sin duda, su capa ennegrecida y de suciedad incrustada pueden parecer una tarea tan compleja de solucionar, casi imposible, que incluso consideramos la salida fácil de deshacernos de la olla y comprar una nueva. Pero, hoy te enseñamos que las ollas quemadas son un problema con una solución más sencilla de lo que crees. Existen muchas alternativas con productos naturales y de fácil acceso que te harán la vida más simple en esta labor. Una de las soluciones más comunes y eficaces es el bicarbonato de sodio, mejor conocido como el producto estrella en la limpieza del hogar. Sigue leyendo y aprende como dejar tus sartenes y ollas como nuevos con este truco casero.
¿Por qué usar bicarbonato de sodio?
Este producto, con textura cristalina, posee un color blanco y proviene de un mineral llamado natrón. Contiene diversas propiedades que sirven para desinfectar, eliminar grasas, acabar con malos olores y remover manchas. Esto lo convierte en una excelente opción a la hora de realizar las tareas de limpieza del hogar, ya que es una alternativa económica, eficaz y totalmente amigable con el medio ambiente.
Su versatilidad va desde ayudarte a limpiar los baños y quitar manchas amarillentas de la ropa hasta eliminar el mal olor en tus zapatos y los ácaros en tu colchón. Incluso, es perfecto para eliminar la grasa de los diferentes elementos de la cocina, en especial tus ollas quemadas como te enseñaremos ahora.
Cómo limpiar tus ollas con bicarbonato
Si quieres librarte de esa antiestética capa quemada de tu olla de acero inoxidable, el bicarbonato de sodio será tu mejor aliado. Tan solo necesitas una cucharada de bicarbonato por cada litro de agua. Ahora solo debes seguir estos sencillos pasos:
- Coloca tu olla al fuego con la cantidad de agua indicada. Una vez empiece a hervir, agrega el bicarbonato de sodio.
- Pasado unos 10 minutos luego de haber agregado el polvo, retira la olla del fuego.
- Con la ayuda de una espátula, si es de madera mucho mejor, comienza a raspar todas las zonas donde este ennegrecido. Poco a poco verás como se empieza a caer la grasa pegada en el utensilio.
- Una vez se desprenda todo lo quemado, vacía la olla y lávala como de costumbre usando abundante agua y jabón lavaplatos.
- En el caso de que las manchas persistan, puedes optar por usar una pasta mezclando bicarbonato de sodio con un poco de agua. Luego aplica la mezcla sobre las áreas quemadas y déjala actuar durante 30 minuto. Acabado el tiempo, friega con una esponja metálica y finalmente enjuaga.
Potente combinación con bicarbonato y vinagre
Como hemos visto, el bicarbonato se puede utilizar solo, es decir, disuelto en agua; o bien puedes combinarlo con otros ingredientes para potenciar su acción desengrasante. Por ello, te enseñaremos esta excelente receta casera para liberar tus ollas de esas molestas manchas negras usando una potente combinación entre vinagre blanco, limón y bicarbonato de sodio. Para ello, solo debes seguir estas instrucciones:
- Llena tu olla con agua hasta cubrir todas las zonas quemadas y ponla a hervir durante 10 minutos aproximadamente. Esto te permitirá ablandar un poco esa grasa pegada.
- Vacía la olla y agrega una mezcla de bicarbonato de sodio disuelto en dos cucharadas de vinagre blanco. Añade mayor cantidad, especialmente en las zonas más quemadas. Deja reposar la mezcla durante 10 minutos más.
- Transcurrido el tiempo, refriega el sartén u olla con medio limón.
- Posteriormente, utiliza un estropajo de aluminio y frota todas las áreas donde aun persista la grasa quemada. En el caso de tener una olla con cubierta antiadherente, debes usar una esponja de material suave para no dañar la superficie.
- Para terminar, lava la olla con agua y jabón. Si aún queda manchas, te recomendamos repetir todo el proceso y así, ¡Tendrás una olla reluciente e impecable!
Otras alternativas para limpiar tus ollas
Si no tienes bicarbonato de sodio a la mano, también existe otras opciones en el almacén de los viejos trucos de la abuela para eliminar la parte quemada de tu sartén u olla. Algunos de los más famosos son:
Truco con sal
Este elemento se encuentra en todas las cocinas del mundo, por lo cual es una excelente alternativa. Para aplicar este truco solo debes cubrir la superficie quemada con una generosa capa de sal de mesa y un poco de agua. Seguidamente, añade más agua y colócala al fuego para que hierva durante unos minutos. Bota toda el agua, y frota las manchas negras usando una esponja de aluminio. Finalmente, lava como de costumbre.
Coca-Cola para dejar tus ollas brillantes
Si, así es, este popular refresco también es perfecto para limpiar tus ollas. Solo debes abrir la lata y verter su contenido en la olla quemada, y luego ponerla a hervir a fuego medio. Una vez hayan transcurrido unos minutos, rasca la superficie usando una esponja de alambre o una espátula de madera. ¡Y listo! La zona ennegrecida y pegada saldrá con facilidad.