¿Has pensado en la cantidad de sustancias químicas nocivas que traen los productos de limpieza comerciales? ¡No tienes idea cuántos y qué tan tóxicos son! De hecho, en su mayoría contienen ingredientes peligrosos tanto para el ser humano como para el medioambiente (sin contar con el constante uso innecesario del plástico), además, son bastante caros y se acaban en un plis plas.
Cada vez están más de moda los limpiadores caseros ¡Y qué buena noticia para el planeta tienda! —y para el bolsillo—. Si quieres aprender cómo preparar algunos de los más efectivos en cuestión de minutos, toma nota de estos trucos para limpiar con productos de la despensa, de forma que servirán para limpiar la cocina, el baño, el horno, azulejos ¡Y mucho más!
5 productos caseros con los que puedes limpiar en casa de forma ecológica
No es difícil lograr una limpieza efectiva, económica y al mismo tiempo amigable con el planeta tierra, y sí, es posible hacerlo con ingredientes y sustancias que tienes a tu alcance en la cocina de casa, bien sea en la alacena o en el refrigerador como el bicarbonato sódico, vinagre, ácido cítrico cristalizado, cáscaras de frutos cítricos, sal e incluso aceite de oliva. Estos son mis favoritos:
- Bicarbonato de sodio: Este polvo con pH alcalino es un aliado infalible para combatir la grasa incrustada en superficies de la cocina, combinándolo con vinagre o solo con agua y jabón. Por otro lado, también puede esparcirse sobre la alfombra, colchón o tapicería, pues es excelente para absorber la humedad y los malos olores en seco.
- Vinagre blanco: Esta sustancia incolora contiene ácido acético, un compuesto muy poderoso a la hora de limpiar cristales, fregaderos, suelos de cerámica, baldosa y porcelana, además de eso, actúa como abrillantador, desodorizante, quitagrasa, desincrustante de cal en grifería, quitamanchas e incluso suavizante ecológico para la ropa ¡Todo en uno!
- Cáscaras de limón o naranja: el ácido cítrico natural puede ser aprovechado de muchas formas, entre ellas, como removedor de cal en múltiples materiales, especialmente los metales, sumado a eso, es perfecto para aromatizar y limpiar diversas superficies.
- Sal: Lo creas o no, la sal común es muy buen absorbente de humedad y hedor en recipientes, termos y tazas, así como también funciona como exfoliante, es decir, es idóneo para restregar ollas y sartenes de metal (a excepción de los que tengan capa antiadherente) y es una opción fiable para fregar el horno (si le añades vinagre más aún).
- Aceite de oliva: No solo sirve para cocinar o aderezar las ensaladas, sino también para reparar arañazos en la madera, tratar muebles y darles brillo naturalmente, nutrir y proteger los utensilios de cocina (tabla, cucharas y espátulas), proteger sartenes y menaje antiadherente e incluso es válido como lubricante de origen natural para bisagras de puertas y ventanas chirriantes.
¡No te olvides del jabón sólido natural! Aunque no se encuentra en la despensa, por lo general está bajo el fregadero y si lo rallas es un plus adicional a cualquier limpiador casero, puesto que están libres de perfumes, aditivos o conservantes, en este caso, el jabón de aceite de oliva como el de Castilla de España, el Marsella de Francia y el jabón de Alepo de Siria son ideales ¡Y libres de tóxicos y compuestos nocivos!