Aunque en el pasado la limpieza y desinfección con vapor era un método mayormente empleado por empresas profesionales en el ámbito, en la actualidad existen electrodomésticos específicos para facilitar labores domésticas profundas usando vapor de agua que todos podemos manipular sin ser expertos en el área ¡Y que aportan muchos beneficios en la eliminación de suciedad y microorganismos!
Desde escobas a vapor, vaporetas, aspiradoras con esta función hasta limpiadores de vapor portátiles con tamaño reducido (perfectos para limpiar el coche), la verdad es que existen diversos aparatos y las posibilidades a la hora de higienizar superficies son muy variadas. Si quieres aprender cómo usar el vapor para limpiar en casa —o cualquier lugar— ¡Sigue leyendo! Te contamos las ventajas de su uso y cómo aprovecharlo para lograr resultados impolutos en minutos.
Beneficios que aporta la limpieza con vapor
Si tienes o quieres adquirir uno de estos aparatos, ya sabrás que funciona transformando el agua en su interior en vapor y luego lo expulsa al exterior con gran presión, pero, las preguntas son: ¿Cuál es su objetivo? ¿Qué se logra realmente con un limpiador de esta clase? ¿En qué podría beneficiarme al limpiar con vapor? Estas son las respuestas:
- Desincrusta la suciedad persistente.
- Combate bacterias, alérgenos, ácaros, virus y hongos.
- Elimina el polvo acumulado.
- Mantiene el ambiente fresco y sin malos olores.
- Ablanda la grasa difícil.
- Ayuda a llegar a rincones de difícil acceso.
- Ideal para interiores o exteriores.
- Es una forma ecológica y sostenible de asear y desinfectar (no amerita otros productos adicionales).
- Es seguro, ya que permite prescindir de sustancias bactericidas y limpiadores químicos tóxicos nocivos. Además, no existe riesgo de alergias o intoxicación al emplear vapor de agua.
¿Qué SI y que NO se puede limpiar con vapor?
Aunque acudir al vapor para limpiar estancias del hogar, oficinas, locales comerciales e incluso industrias alimentarias siempre será una buena elección, no es válido para todos los materiales, por lo que recomendamos tener en cuenta la siguiente información y no correr el riesgo de dañarlas:
Lo que sí puedes limpiar con vapor:
- Vidrios y cristales: Es ideal para dejar impecables las ventanas, mamparas y espejos.
- Alfombras y tapicería: Estos dos acumulan mucha suciedad, polvo e incluso restos de comida, derrames de café o vino, en especial las alfombras o moquetas. El vapor, al penetrar en el tejido, es un gran ayudante a la hora de ablandar la mugre y eliminar olores molestos ¡Incluidos los asientos del coche!
- El colchón: Este es uno de los objetos que más se llena de gérmenes, ácaros e insectos. La clave está en aspirar el colchón y luego dirigir el vapor un par de minutos con el accesorio adecuado para el tejido.
- Persianas y cortinas: indiferentemente del material, todas las cortinas pueden limpiarse con vapor, fácilmente y sin descolgarlas. Así que no, ¡no es necesario bajarlas y sufrir lavándolas en la bañera o lavadora!
- El baño: Destruye el moho localizado en la ducha, lavabo, rincones de la bañera, desprende la cal de los grifos, sedimentos de jabón en la cerámica y desaparece el mal olor.
- Suelos y encimeras: PVC, baldosas, cerámica, parqué o piedra natural, sea cual sea el recubrimiento, un limpiador de vapor es perfecto para acabar con suciedad persistente, grasa pegada, manchas difíciles y microorganismos nocivos.
- Juntas de azulejos: También es un gran aliado para desprender la mugre negra o marrón de las juntas entre las baldosas del baño o la cocina sin esfuerzo.
Nota: No olvides siempre barrer o aspirar antes de empezar para no arrastrar las partículas al aplicar el vapor.
Lo que no deberías limpiar con este tipo de máquinas:
- Materiales textiles delicados, que puedan desteñirse o deformarse con el calor.
- Madera pintada o superficies cubiertas de papel, cartón o contrachapado.
- Superficies frías, pues el contraste de temperaturas podría repercutir en ellas.
- Suelos pulidos, encerados, paredes recién pintadas o no selladas.
- Cualquier instrumento musical.
- Aparatos eléctricos.
- Plantas.
Recuerda tener cuidado con la humedad excesiva ocasionada por el vapor, pues al enfriarse aparecen charcos que deben secarse con un paño para prevenir crecimiento de hongos y que el remedio no sea peor que la enfermedad. Igualmente, una vez finalizada la jornada de limpieza, se recomienda lavar con cuidado el filtro, vaciar el vapor de agua y dejar secar la bolsa y reemplazar la ropa de la máquina para alargar su vida útil y que su rendimiento siga siendo igual de efectivo.
No nos queda duda que el vapor de agua es una alternativa saludable, económica y eficiente que contribuye a una buena higiene, bienestar y cuidado de la salud, sobre todo de quienes sufren por constantes alergias al polvo y sustancias con aromas muy fuertes.