Las viviendas cambian de manos constantemente y se está transitando por un periodo donde el alquiler y las ventas relacionadas con el sector inmobiliario están teniendo un buen momento. La nueva Ley de Vivienda ha creado las condiciones para incentivar las políticas hacia la venta y el alquiler de propiedades y crear un especial dinamismo en el sector inmobiliario, por lo que siempre es importante conocer cómo vender una vivienda cuando esta se encuentra alquilada.
El planteamiento de vender una casa con inquilino siempre está presente y forma parte de las posibilidades reales de este tipo de negociaciones, y el desenlace esperado por las partes (propietario, comprador e inquilino) es el de conseguir una venta del inmueble sin sorpresas. Un mecanismo sencillo y con una explicación simple para que logres la venta de una vivienda en alquiler de un modo ágil y sin contratiempos.
Ley de vivienda: Venta con alquiler
La nueva Ley de Vivienda ha creado polémica dentro del sector inmobiliario, ya que muchos propietarios quieren vender sus inmuebles por las restricciones a la subida de los alquileres interpuesta por esta nueva Ley. Los topes del 2% y del 3% establecidos, además de la asignación de “zonas tensionadas” con mayores controles, conllevando a que muchos quieran vender sus casas, las cuales se encuentran bajo es status de “viviendas alquiladas”.
Además de ello, la comisión inmobiliaria, que era una carga para el inquilino, ahora está en manos del propietario y un punto álgido para todos los dueños se trata de los desahucios, los cuales ahora con la nueva Ley de Vivienda están sumamente regulados para los casos de impagos en el arrendamiento y atados a las increíbles pérdidas de tiempo por burocracia y por negociación, lo que permite que los plazos puedan extenderse hasta el par de años para hacerse efectivos.
Vendiendo una vivienda bajo condición de alquiler
La posibilidad de vender una propiedad inmobiliaria bajo la condición de alquiler es perfectamente válida y viable según la legislación española, ya sea que se encuentre alquilada o con inquilinos dentro. Claro está, cumpliendo con la normativa existente y con la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), quien es la máxima encargada de este tipo de normativas y regulaciones.
Las claves que rigen la venta de una vivienda con inquilinos
Es importante que el propietario tenga claro que no podrá desalojar al inquilino por el hecho de vender la propiedad, de allí que lo más sensato sea subrogar el contrato de arrendamiento para que este se consigne a favor del comprador. Y no olvidar que el inquilino será quien tenga la potestad y la prioridad de la compra de la vivienda, a menos que en el contrato de arrendamiento haya renunciado a este beneficio.
La mejor opción es la de negociar con el inquilino, para que en caso de ser necesario abandone el inmueble por voluntad propia, porque la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 2019 lo prohíbe. Ten en cuenta que el inquilino no está obligado a abandonar el inmueble y que es muy común que solicite una indemnización económica por el hecho de irse de la propiedad.
Vendiendo una casa alquilada a un inversor
Esta podría ser la opción de mayor interés, porque una vivienda alquilada representa un beneficio directo para cualquier inversor inmobiliario, al garantizarle el cobro de la renta por la propiedad desde el primer momento de la compra. Simplemente se tendrá que cambiar la titularidad del bien inmueble en el contrato de alquiler, para que esté a nombre del nuevo comprador.
Notificación y legalidad de avisar al inquilino sobre la venta
Una pregunta que siempre esté en la mente de los propietarios y aunque como tal no es necesario ningún tipo de autorización legal, sí debes de notificar que la casa se venderá. Este procedimiento está perfectamente explicado en la (LAU) y recuerda que debes de hace efectivo el derecho del inquilino con relación a una adquisición preferente de la vivienda, para lo que tendrá un lapso de 180 días para comprarla o en su defecto desistir de la decisión.