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El omega-3 de este fruto seco te hará mejorar la capacidad neuronal de tu organismo

Como pronto descubrirás, no es casualidad que la pulpa de la nuez tenga forma de cerebro.

Las nueces son un fruto seco muy querido desde hace miles de años, y no es para menos. Hablando un poco de su historia, no se sabe con exactitud cuándo tuvo lugar su origen, aunque se intuye que Persia puede ser su tierra natal y que luego se expandió hacia Asia y Europa. Hay muchos documentos que confirman que los romanos la consumían y la consideraban un alimento de los dioses gracias a sus nutrientes, de hecho, la llamaban «la semilla de Júpiter». En Grecia, por su parte, le dieron su propio nombre teniendo en cuenta la forma de su pulpa, de ahí que la nombraran «kara», que significa en griego cerebro, por su gran parecido con el cerebro humano.

Aunque hoy en día existen más de 21 especies de nueces en el mundo, la variedad más popular y extendida es la «juglans regia», que es la comúnmente conocida como nuez persa o inglesa. Este tipo de fruto, procedente del nogal, se caracteriza por su cáscara leñosa y dura y por su pulpa marrón con forma de cerebro. Es importante destacar que las nueces tienen un alto valor nutritivo gracias a las grasas saludables, vitaminas y minerales que la componen, lo que hace que tengan muchísimos beneficios para la salud, tal como veremos a continuación.

Beneficios de consumir nueces

Como te acabamos de comentar, las nueces tienen un alto poder nutritivo pero, debido a que tienen muchas grasas, y aunque estas sean saludables, no se recomienda abusar de su consumo porque aportarían una importante cantidad de calorías. Por eso, los expertos en nutrición recomiendan no tomar más de 20-30 gramos al día, lo que equivaldría a unas 4-7 nueces.

Estas cantidades son más que perfectas para cubrir tus necesidades nutricionales diarias y, además, te permitirán disfrutar de los siguientes beneficios en tu organismo:

Nuez colocada en vertical en primer plano y, en el fondo, varias nueces partidas.

Mejoran la memoria y la salud del cerebro

¿No os parece bastante curioso que uno de sus beneficios principales esté relacionado con la mejora de la memoria y que su pulpa se asemeje a la forma de un cerebro? Pues sí, la nuez ayuda al deterioro cognitivo, reduce el daño oxidativo y la inflamación en el cerebro, todo gracias a su alto contenido en antioxidantes y en nutrientes antiinflamatorios. También hay estudios que apuntan que su vitamina E ayuda a prevenir el Alzheimer.

Son buenas para el intestino

Tener un intestino sano es vital para contar con una buena salud. Las nueces tienen un altísimo contenido en fibra, lo que regula el tránsito intestinal y, por consiguiente, combate el estreñimiento. Además, también hay estudios que avalan que las nueces favorecen el microbioma ya que aumentan la producción de las bacterias que viven en él, como probióticos y el ácido butírico.

Magnífica fuente de omega-3

Este beneficio es especialmente interesante para las personas veganas ya que se trata de una fuente de omega-3 totalmente vegetal. Los ácidos grasos omega-3 son una familia de grasas poliinsaturadas muy necesarias para el organismo ya que producen un efecto positivo a nivel cardiovascular, regulan los lípidos en la sangre y tienen un gran poder antioxidante e antiinflamatorio. En definitiva, comer nueces proporciona 2,5 gramos de omega-3 por porción (28 gramos).

Fortalecen el corazón

Los ácidos grasos omega-3 de los que te hemos hablando en el punto anterior también aumentan el colesterol bueno (HDL) y disminuyen el malo (LDL). Este hecho hace que disminuya el riesgo de sufrir un infarto ya que previene la formación de coágulos sanguíneos en las arterias y disminuye los niveles de inflamación que el corazón pueda tener.

Más beneficios de las nueces

Además de los cuatro beneficios anteriormente mencionados, también te aconsejamos que incluyas las nueces en tu alimentación por los siguientes motivos:

Creemos que hay motivos más que suficientes para comer nueces, con moderación, todos los días. Además, son muy fáciles de añadir en tus recetas ya que hay muchas formas de consumirlas: crudas como snack, en bebida vegetal, en ensaladas, postres dulces, etc.

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