La sal tiene más mala fama que buena, y de manera totalmente injustificada. Es cierto que el exceso puede resultar perjudicial, pero la sal en sí es buena para la salud, consumida en las cantidades y proporciones adecuadas. También es cierto que hay personas que, a causa de alguna enfermedad o porque se encuentren siguiendo un tratamiento médico específico, no pueden consumir sal. Sin embargo, para el resto de las personas, la sal puede ser un ingrediente muy beneficioso con el que acompañar las comidas, lo cual te demostraremos en este artículo. No te dejará indiferente.
Historia de la sal
La sal es uno de los minerales más abundantes en el planeta Tierra, y su principal función es proporcionar los nutrientes necesarios tanto a animales como a plantas para que puedan sobrevivir. Su principal función es mantener el equilibrio de los líquidos corporales de la persona que la consume. Por ello ha sido, desde el comienzo de la historia, un elemento muy valioso para el ser humano. Tanto es así que tampoco puede faltar en una cocina en nuestros días: es indispensable porque también mejora y potencia el sabor de comidas algo insulsas.
Se cree que en la Edad de Hierro, los seres humanos ya cocinaban los alimentos con agua de mar. Los primeros registros de su utilización los tenemos de Asia, en referencias escritas que datan del año 2.000 a.C., sobre todo en la China central. Durante la época de los romanos, en Europa, las rutas comerciales sirvieron a los romanos para el transporte de mercancías, en el que la sal ocupaba un lugar muy importante. Fue, sin ninguna duda uno de los elementos más importantes de la Antigüedad, ya que, aparte de como condimento, se utilizaba para conservar la comida.
Beneficios que aporta la sal a tu salud y alimentos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo diario de un adulto no supere los 5 gramos de sal. La denominación científica y más exacta de este condimento es el cloruro de sodio y, por ello, lo que la OMS quiere decir es que no se debe consumir más de 2 gramos de sodio al día. A menor edad, es recomendable menor ingesta de sal. Su composición se puede resumir fácilmente: 38,85 miligramos de sodio, 29 miligramos de calcio, 0,3 miligramos de hierro, 8 miligramos de fósforo y 1 miligramo de magnesio.
De entre los beneficios de tomar sal que podemos encontrar, destacamos sobre todo los siguientes:
- Estimula el apetito: la sal contribuye a una buena digestión. También favorece la eliminación rápida de líquidos, despertando así una necesidad de energía en el organismo que se satisface con la ingesta de alimentos.
- Favorece el sistema nervioso: un consumo adecuado y proporcionado es absolutamente clave para la relajación muscular, además de para el correcto funcionamiento de los impulsos del sistema nervioso.
- Mantiene el equilibrio en el nivel de líquidos: en pocas palabras, ayuda a que el cuerpo se mantenga hidratado. Si la cantidad de sal es excesiva, sin embargo, la sensación de sed se incrementará sobremanera, y motivará claramente el consumo de agua.
- Potencia el sabor de los alimentos: ¿quién no ha probado alguna vez un plato que estaba «soso? La solución para que deje de serlo es echarle una pizca de sal. El sabor mejorará muchísimo.
¿Por qué consumir sal en exceso es perjudicial?
En general, el consumo excesivo de cualquier alimento, especia, condimento, etc. no es bueno. No obstante, un exceso de consumo de sal puede ser perjudicial para muchas partes de nuestro cuerpo, como: el hígado, el corazón, los riñones o incluso el sistema inmunitario. También puede provocar osteoporosis, ya que nuestro organismo, al querer deshacerse del exceso de sodio a través de la orina, hace que el cuerpo pierda calcio. Esto contribuye a dañar los huesos y a la posibilidad de la aparición de fracturas.
Consumir sal en exceso también puede fomentar la aparición de tumores e incluso de cáncer de estómago. La relación no es directa realmente, pero un mal consumo de este mineral sumado a malos hábitos alimenticios puede ser una combinación devastadora a largo plazo. Por ello, te recomendamos encarecidamente que trates de tener una buena alimentación acompañada de ejercicio. Cuida tu salud. Consume sal, pero con moderación.