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La fruta que comió todo el mundo en nochevieja contiene propiedades medicinales que seguro que no conocías

La uva ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, es antiinflamatoria y regula la presión arterial

La uva​ es el fruto formado en los racimos de la vid.​​ Además de una fruta deliciosa, es usada mundialmente para su fermentación y elaboración del vino, albergando distintas cualidades según su tipología.​​​

Los viñedos son los campos en los que crecen en las parras de las vides pudiendo llegar a dar entre seis y trescientas uvas por racimo.​

Las uva y sus sorprendentes propiedades medicinales

Cada fruta tiene su temporada y la de la uva, pese a ser un alimento muy consumido desde mediados del verano, es una de las estrellas de los últimos meses del año. Al menos en España, debido a la tradición de acabar el año masticándolas y empezar el siguiente digiriéndolas tras las campanadas.

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La uva contiene una amplia variedad de propiedades medicinales

La uva forma parte de nuestra alimentación desde la prehistoria y a lo largo de las distintas civilizaciones a jugado diferentes papeles. Los romanos sentían debilidad por ella e incluso le dedicaron los dioses Baco y Dionisos por su relación con el vino. De hecho, el vino ha sido a lo largo de los siglos su uso más conocido. Pero hay mucho más.

Los beneficios ocultos de la uva para la salud

Lo que la mayoría de la gente desconoce sobre la uva son las numerosas propiedades medicinales que hacen que su consumo sea altamente beneficioso para nuestro cuerpo.

Las uvas son un tipo de fruta perteneciente a la familia de las vitáceas y se trata de una baya que ha dado lugar a muchas variedades, aunque para la mayoría de nosotros existen solo dos tipos de uvas: negras y blancas. El color de la uva no es algo insignificante, de hecho de ahí parten sus diferentes propiedades. Las uvas negras son ricas en antocianinas, un tipo de pigmento con propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y antioxidantes, y también contienen un alto nivel de resveratrol, un tipo de fenol natural del que hasta ahora se ha observado que puede reducir la patología de tipo Alzheimer en cultivos celulares y en roedores. En el caso de las uvas blancas, destaca la quercitina, un flavonoide con efectos antinflamatorios. En ambos casos, existe una disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares regulando la presión arterial y un retraso en el envejecimiento de la piel.

Otra de las propiedades favorables para el cuerpo de la uva es su capacidad depurativa. Como es sabido, todos los expertos en nutrición recomiendan beber bastante agua ­—unos dos litros al día—, ya que esto ayuda a depurar nuestro organismo. Pues la uva es más de un 80% agua. Además, el calcio y otros elementos alcalinos presentes en este alimento ayudan al hígado en su función reguladoras de la acidez de la sangre.

El fruto de la vid también es uno de los que más vitaminas contiene. La lista no es para nada corta. Se ha demostrado que aporta vitamina A, importante para la visión normal, el sistema inmunitario, la reproducción, además del crecimiento y el desarrollo; vitamina C, fundamental para el crecimiento y la reparación de los tejidos del cuerpo; vitamina E, que estimula el sistema inmunitario para que pueda combatir las bacterias y los virus que lo invaden; B1, que es la que convierte los alimentos en energía una vez que los tomamos; B2, importante para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del cuerpo; B3, que ayuda a que la piel, los nervios y el aparato digestivo se mantengan saludables; Y, por último, vitamina B6, esencial para que funcionen bien las enzimas. En resumen, todas estas vitaminas las notamos en un aumento de nuestra energía, mejora del estado de ánimo y previene contra enfermedades crónicas.

¿Debemos tener cuidado con un consumo excesivo?

Si las uvas son uno de tus grandes placeres, como le pasaba a los romanos y a los griegos, seguramente te habrán dicho en más de una ocasión que no es bueno que se consuman en grandes cantidades debido a su alto contenido en azúcar. No es esto precisamente lo que debe preocuparte si te pasas de la raya con las uvas. De hecho, no estamos hablando de una fruta que tenga un índice glucémico especialmente elevado, ni tampoco engorda como otras frutas famosas por su contenido en azúcar, solo aportan unas 70 calorías por cada 100 gramos. Es más, las uvas ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre y, por lo tanto, un consumo normal y habitual ayuda a reducir el riesgo de padecer diabetes.

Sin embargo, la advertencia no es totalmente infundada. Un atracón de uvas podría tener consecuencias como diarrea, tos, sequedad en la boca y dolor de cabeza. En algunos casos, podrían darse reacciones alérgicas. Todos efectos secundarios y que no entrañan ningún tipo de gravedad. Pero si nos podemos ahorrar el mal rato, mucho mejor.

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