La almendra es uno de los frutos secos más preferidos para consumir como snack. Si eres de los que la tienen incluida en su dieta, que sepas que es un gran acierto para tu organismo. Son muy ricas en nutrientes, fibra, omega 3 y grasas saludables. Además, son una excelente fuente de vitamina E, vitamina que se encarga de proteger nuestras células de cualquier tipo de daño que puedan sufrir.
Te tenemos una pregunta, ¿remojas las almendras en agua antes de comerlas? Porque seguro que habrás escuchado, miles de veces, decir a mucha gente que es mejor para la salud comer este delicioso alimento, procedente del almendro, después de haberlo remojado toda la noche en agua y te preguntarás, ¿será verdad o será mentira?
Nosotros andábamos preguntándonos lo mismo y, por eso, hemos activado nuestro modo detective y hemos realizado una buena investigación al respecto para que todos salgamos de dudas. Un adelanto: hacerlo tiene más beneficios de lo que pensábamos. ¡Más detalles en las próximas líneas!
Beneficios de remojar las almendras en agua
Elegir entre comer almendras remojadas en agua o directamente crudas no es solo una cuestión de gustos, sino que es muy importante tener en cuenta cuál de las dos sería la opción más saludable para nuestro cuerpo. Así, a modo introducción, las almendras remojadas son mejores porque ayudan a quitarles la piel muy fácilmente, lo cual es muy recomendable de hacer ya que esta puede inhibir la absorción de nutrientes debido a su alto contenido en taninos.
Lo ideal es remojarlas en agua de 5 a 6 horas, pero muchas personas prefieren dejarlas una noche entera, lo cual consideramos que es bastante acertado porque así te aseguras de que estarán bien listas para consumirlas a la mañana siguiente cuando te levantes. Sin más preámbulos ni introducciones, estos son los beneficios que puedes obtener si remojas las almendras en agua:
1. Facilita la digestión
Las almendras tienen una piel y una textura áspera y dura que las hacen muy difíciles de digerir. Sin embargo, remojándolas en agua se reblandecen y consiguen una textura que el sistema digestivo puede descomponer más fácilmente. Las almendras, además, contienen antinutrientes que pueden alterar la digestión y la absorción de ciertos nutrientes como calcio, hierro, zinc y magnesio. Pero, volvemos otra vez a lo mismo, si las echas en agua estos antinutrientes desaparecen. Por último, remojadas también ayudan a liberar una enzima llamada lipasa que es la encargada de digerir las grasas.
2. Ayudan con la pérdida de peso
Como ya hemos comentado más arriba, las almendras son ideales para comer cuando te empieza a picar el gusanillo ya que sus grasas monoinsaturadas te ayudarán a controlar el apetito y a sentirte más lleno. De esta forma, no picarás entre horas y bajarás de peso.
3. Mejoran la absorción de algunos nutrientes
Cuando se remojan en agua, son más fáciles de masticar y, al poder partirlas mejor en trocitos pequeños, se liberan así muchos más nutrientes, como por ejemplo grasas. Además, al llegar al sistema digestivo en pequeños trozos, las enzimas pueden descomponerlos y absorber sus nutrientes mucho mejor.
4. Son buenas para el corazón
Otro de los grandes beneficios de este alimento para nuestro organismo es que reduce el colesterol malo en sangre a la vez que aumenta el bueno. Esto tiene un efecto muy positivo en la salud de nuestro corazón ya que, además de prevenir ciertas enfermedades cardíacas y de fortalecerlo, también regula la presión arterial.
5. Previenen el cáncer
Gracias a su alto contenido en vitamina B17, las almendras ayudan con la lucha contra el cáncer. De esto se encargan especialmente sus flavonoides, los cuales ayudan a suprimir el crecimiento tumoral.
6. Otros beneficios
También ayudan a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre, protegen la piel y su apariencia, mejoran la memoria, bajan los niveles de estrés y ansiedad y tienen un gran poder antiinflamatorio.
Así es cómo se remojan las almendras
Remojar almendras en casa por la noche es facilísimo y te saldrá mucho más económico que comprarlas ya remojadas en el supermercado. Tan solo deberás seguir estos pasos:
- Pon las almendras en un recipiente y cúbrelas completamente con agua caliente.
- Añádeles un puñado de sal. Más o menos debes echar una cucharilla de café por cada 140 gramos de almendras.
- Cubre el recipiente y déjalo reposar toda la noche o entre 8 y 12 horas.
- Pasado ese tiempo, o a la mañana siguiente, quítales todo el agua y enjuágalas debajo del grifo.
- Unas vez enjuagadas, tienes dos opciones: o secarlas directamente con papel de cocina o quitarles la piel para obtener una textura más suave.
- Cuando ya estén secas, puedes comértelas directamente o, si las prefieres con un toque más crujiente, puedes tostarlas en el horno o deshidratarlas.
No sabemos si todos estos beneficios serán reales una vez las almendras se remojen en agua, lo único que sabemos es que ¡son un snack delicioso y adictivo!
