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La comida de astronautas puede combatir el hambre en el mundo

Los productos liofilizados son muy sostenibles contra la falta de alimento.

La comida liofilizada es perfecta para ser consumida en el espacio, principalmente porque mantiene tanto el valor nutritivo como el sabor de los alimentos y no requiere de refrigeración para conservarse. Aparte, se lleva a las misiones espaciales porque ocupa muy poco espacio dentro de la nave.

El tiempo que los astronautas pasan en el espacio ha aumentado considerablemente desde las misiones Apolo, y por ello pueden alimentarse durante meses a base de productos liofilizados. Sin embargo, ¿sabías que esta modalidad de comida podría ser una estupenda solución para acabar con el hambre en el mundo? Te contamos todo lo que debes saber al respecto.

Cómo liofilizar un alimento

Este proceso es algo complejo y no está al alcance de muchos. No es algo que podamos hacer en casa cuando nos plazca, sino que requerimos de compañías que se encarguen de llevarlo a cabo. Una buena liofilización se logra siguiendo estos pasos:

  1. Preparación del alimento: consiste en el lavado, pelado, cortado, blanqueado y acondicionado general del alimento.
  2. Congelación del alimento: normalmente a temperaturas de -20 y -40 grados centígrados. Este proceso es muy rápido, ya que así se evita que se formen cristales de hielo de mayor tamaño.
  3. Deshidratación primaria: se aplica calor al alimento reduciendo la presión y sin subir la temperatura para que el hielo se evapore.
  4. Deshidratación secundaria: consiste en evaporar el agua no congelada que se encuentra en el alimento, para lograr que el porcentaje de humedad final sea menor al 2%. Para lograr esto, se disminuye la presión al mínimo y se sube la temperatura.

Algo muy bueno que tiene la liofilización es que es capaz de convertir alimentos perecederos en no perecederos, es decir, productos que no caducan.

te explicamos los pasos que se sigue en el proceso de liofilización

¿Por qué la liofilización puede acabar con el hambre en el mundo?

Para contestar a esta pregunta, tenemos que recurrir a un ejemplo real: el proyecto “Comida por un dólar”, ideado por emprendedores argentinos de la provincia de Misiones. Se trata de ofrecer una variedad de comidas saludables, nutritivas y típicas de Argentina, elaboradas con productos de las pequeñas fincas rurales y cultivables del país. Estos productos se someten a un proceso de liofilización, por medio del cual quedan deshidratados y livianos, y se embolsan en pequeñas porciones secas con una vida útil que puede llegar hasta los 20 años.

Algunos agricultores que trabajaban las fincas se quejaban de que producían mucho pero no tenían el suficiente mercado, y por ello desperdiciaban cultivos, pues a la larga se pudrían. También denunciaban preocupados que había mucha gente que no comía absolutamente nada en el país, y que estaba ansioso por encontrar una manera para proporcionarles alimento. Entonces, entró en escena el abogado Matías Sebely, fundador del proyecto, con el que ha conseguido grandes cosas que transmiten mucha esperanza para el futuro:

¿Quién iba a decir que una comida sobre todo pensada para astronautas iba a convertirse en una de las claves para solucionar uno de los grandes problemas de la humanidad? El hambre en el mundo se puede erradicar, y medidas como ésta son una buena prueba de ello.

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