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Esta es la razón por la que el aceite de oliva se congela

Se congela a temperaturas entre los 23 y 0 grados centígrados.

Por que el aceite de oliva se congela

Una de las grandes curiosidades del aceite de oliva es la facilidad con la que puede congelarse al ser sometido a las bajas temperaturas. Decimos que se trata de una curiosidad porque la mayoría de personas nunca pensó que una sustancia grasa de origen vegetal pudiera solidificarse durante el clima frío. De hecho, si has llegado hasta aquí es porque ni tú mismo lo llegaste a imaginar y quieres saber más sobre el tema.

Lo cierto del caso es que con este alimento ocurre lo mismo que con el agua al ser introducido al refrigerador, aunque no con la misma velocidad o densidad.

Pero seguramente después de leer te estarás haciendo más preguntas relacionadas al tema: ¿Con qué velocidad de congela? ¿Pierde sus propiedades y la calidad de sus nutrientes al estar congelado?  Hoy encontrarás la respuesta y sabrás mucho más de este alimento capaz de optimizar el sistema inmunológico, mantener bajo control los niveles de colesterol, mejorar la función digestiva y fomentar el crecimiento del cabello.

¿Por qué se congela el aceite de oliva?

Al igual que cualquier otro producto de origen natural, el aceite de oliva, sobre todo el extra virgen, puede congelarse durante las bajas temperaturas. Se trata de una grasa de origen vegetal y le ocurre lo mismo que a la mantequilla dentro de la nevera.

Si adquiere un aspecto mucho más sólido y deseas que vuelva su aspecto original, lo más recomendable en colocar el recipiente en un lugar mucho más cálido. Ubícalo en la cocina a una temperatura entre los 20 y 24 grados centígrados.

Pero, ¿a qué temperatura adquiere un estado sólido?

El agua es capaz de congelarse a una temperatura mínima de 0 grados centígrados. Pero el aceite de oliva no tiene una temperatura en específico para su congelación. La razón es sencilla y es que este alimento graso  está conformado por diferentes moléculas triglicéridas como el palmítico, esteárico, linoleico oleico.

Claro que cada una de estas moléculas se congela en diversas temperaturas: Entre los 23 y 0 grados centígrados. Para ser más específicos, el componente palmítico se congela a 18 grados centígrados, el esteárico a 23 grados centígrados, el linoleico a 2.8 grados centígrados y el oleico a 5.5 grados centígrados.

¿Afecta la calidad?

Desde luego que no. Básicamente, es un proceso natural que no interviene en la efectividad de sus nutrientes. Pero tampoco altera el sabor de este alimento considerado una fuente importante de vitaminas A, E, D y K.

Hay quienes aprovechan la temporada de invierno para introducir el aceite de oliva en la nevera. Una vez que se congela, lo untan en el pan como si de mantequilla se tratara. Luego lo consumen y experimentan uno de los sabores más exquisitos.

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