La relación entre una buena alimentación y un buen estado de salud, a estas alturas, es más que evidente. Los alimentos saludables nos ayudan a reducir lar probabilidades de sufrir algunas enfermedades y nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, mientras que los productos con altos niveles de azúcar o grasas hacen justo lo contrario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado un estudio enfocado a la relación entre el consumo de alimentos procesados y el riesgo de padecer algún tipo de cáncer. En el análisis se ha comprobado cómo una reducción en el consumo de estos alimentos disminuye las probabilidades de padecer esta enfermedad.
El mayor estudio sobre alimentación y enfermedades oncológicas
Para el estudio, la OMS ha seguido los casos de 450.000 personas de nueve países europeos distintos con el fin de evaluar si existe una relación directa entre el consumo de alimentos procesados y las probabilidades de aparición del cáncer.
Se trata así del el mayor estudio hasta la fecha sobre la relación entre alimentación y este tipo de enfermedades realizado por cualquier entidad del ámbito sanitario, en el que además de los sujetos de estudio también han participado equipos de investigadores de estos países.
Los resultados del estudio
El análisis ha relacionado los hábitos de alimentación de los sujetos del estudio con los casos de enfermedad de 25 tipos de cánceres distintos.
Los resultados han demostrado que una disminución del 10% de la ingesta de alimentos procesados y que estos sean sustituidos por productos frescos y saludables, como frutas, verduras, pescado o legumbres, significaría una disminución de entre 11.000 y 14.000 diagnósticos de cáncer al año, al menos, en lo que a Europa se refiere. Aunque los resultados son aplicables a cualquier población con un consumo alto de procesados.
Alimentos que aumentan el riesgo de padecer enfermedades oncológicas
En el estudio de la OMS se han tomado como alimentos procesados o ultraprocesados los que resultan de una producción industrial y no se elaboran de manera casera a partir de alimentos frescos. Estarían dentro de este grupo de alimentos los embutidos; los refrescos carbonatados y bebidas energéticas; los panes industriales —como los precalentados que se suelen comprar en la panadería del supermercado—, pastas precocinadas y otros platos precocinados congelados del tipo «calentar y listo».
Los alimentos procesados y ultraprocesados representaban una media del 27% de la ingesta total de cada uno de los participantes en el estudio de la OMS, lo que suponía el 50% del aporte calórico. Es decir, la mitad de las calorías de estas personas, eran grasas trans o azúcares libres.
El consumo habitual de este tipo de productos esta relacionado con problemas como la obesidad, el colesterol o la diabetes tipo 2. Todas estás enfermedades comportan factores de alto riesgo de varios tipos de cáncer. Aunque todo parece indicar que la relación existe, no se ha terminado de aclarar cual es el proceso exacto que siguen los componentes de este tipo de alimentos.