Conseguir una generalización a nivel mundial de hábitos de alimentación saludables es el tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible que la Agenda 2030 fijada por la ONU pretende conseguido en aras de un futuro mejor para todo el planeta.
Este objetivo no pasa por los mismos obstáculos y situaciones en todas las partes del mundo. Mientras unos países no consiguen unos niveles mínimos de nutrición, en otros el problema es el exceso de algunos alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido del problema que el consumo de sal supone para la salud en los países en los que el acceso a la comida no es un problema.
La OMS pide reducir un 30% el consumo de sal en menos de dos años
Un informe publicado recientemente por la OMS muestra que el objetivo de reducir un 30% la ingesta de sal para 2025 está lejos de conseguirse según los datos actuales. Algo que preocupa al organismo por las consecuencias que tendrá sobre la salud del planeta.
Los pasos necesarios no se están dando por parte de la población pero, sobre todo, no tiene la implicación necesaria de las autoridades para que eso suceda, ya que solo el 5% de los estados miembros de la OMS cuentan con políticas que obligan a la reducción de la ingesta de sal.
Los problemas de una alimentación con exceso de sal
La sal es un alimento cuyo nutriente principal es el sodio. Este es un mineral imprescindible en el funcionamiento del cuerpo humano, al encargarse de mantener el volumen plasmático, el equilibrio acidobásico, la transmisión de los impulsos nerviosos y el funcionamiento normal de las células. Sin embargo, en exceso, su consumo aumenta el riesgo de cardiopatías al subir la presión arterial, pudiendo provocar accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiacas que pueden llevar, en los casos más graves o en pacientes más vulnerables, a una muerte prematura.
La OMS estima que un cumplimiento de las políticas de protección contra el consumo excesivo de sodio podría salvar la vida a unos siete millones de personas en el mundo hasta 2030, lo que supondría un acercamiento a la consecución del ODS 3.
Solo nueve países en el mundo tienen políticas activas de reducción de consumo de sal
Concienciar sobre la reducción del consumo de sal sigue siendo una tarea aún por hacer en la mayor parte del mundo. Tan solo nueve países contemplan algún paquete de políticas enfocadas a reducir la ingesta. Entre estos países se encuentra España, acompañada de Chile, República Checa, Lituania, Malasia, México, Arabia Saudita y Uruguay.
De hecho, España es uno de los países que más medidas han implementado en este sentido y su propuesta concuerda con el objetivo de reducir la ingesta de sal en un 30% antes de 2025. Entre las medidas que se establecen, está la obligación de informar del contenido de sodio de los alimentos la información nutricional del envase, algo que, sorprendentemente, no ocurre en todos los países.