Los alimentos reales son todos aquellos alimentos mínimamente procesados o cuyo procesamiento artesanal o industrial no haya empeorado la calidad de la composición o interferido de forma negativa en sus propiedades saludables que están presentes en ellos de manera natural.
Esta es una de muchas definiciones del concepto de alimento “real” que existen; y es que hay una polémica generada en torno a qué comida se considera “real”. En este artículo, trataremos de aclarar esta duda que es tan compartida, así que, si el tema te interesa, sigue leyendo.
¿Natural o mínimamente procesado?
Estos dos conceptos son similares, pero desde luego no idénticos. Algunos argumentan que un verdadero alimento real es, por ejemplo, esa pieza de fruta que se cosecha y se recoge manualmente, sin necesidad de pasar por un proceso industrial. A primera vista, esta definición tiene bastante sentido, pues es un alimento que ha crecido y se ha desarrollado en la naturaleza, con un respeto absoluto a las leyes que la definen. ¿Qué hay más natural o real que eso?
No obstante, uno de los sistemas de referencia de clasificación de alimentos en base a su grado de procesamiento, NOVA, defiende otra versión. Según este organismo, tanto alimentos naturales como alimentos mínimamente procesados por la industria pueden ser considerados reales. Algunos ejemplos de alimentos “reales”, por tanto, serían los siguientes:
- Frutas y verduras frescas o congeladas
- Legumbres
- Carnes frescas
- Pescados y mariscos frescos o congelados, pero sin añadidos.
Al final, en lo que se fija NOVA para determinar si un alimento es “real” o no es en la concentración de nutrientes de calidad en proporciones aceptables. Por ello rechazan, entre otras cosas, la inclusión de sustancias aditivas como el alcohol, el azúcar o las harinas refinadas. En resumen, la comida “real” está compuesta por alimentos 100% naturales o que hayan pasado por la industria con su composición nutricional intacta.
¿Qué pasa con los alimentos ultraprocesados?
Un ultraprocesado es aquel alimento que pasa por distintos niveles de procesamiento. Si un producto contiene más de 5 ingredientes, es ultraprocesado. Además, para que su aspecto final sea deseable y para su conservación, necesitan una carga considerable de aditivos, como: colorantes, espesantes, conservantes… Estos alimentos pueden no partir de un alimento fresco, sino de ingredientes que ya hayan sido procesados con anterioridad. Por su composición tan industrial y “artificial”, varios estudios confirman que el consumo excesivo de estos alimentos conlleva un mayor riesgo de padecer cáncer, entre otras enfermedades, en el futuro.
Parece una locura que comidas así puedan considerarse “reales”, ¿verdad? Pues resulta que esto también se somete a debate, y es que reconocemos como alimentos a toda sustancia que puede ser consumida por el ser humano y que ofrece nutrientes al organismo. Por lo tanto, un alimento, por muchos procesos industriales que haya tenido que pasar, también cuenta con un valor nutricional. Esto hace que el adjetivo de “real” sea muy polémico si nos atenemos a la definición pura de alimento. Lo que sí que esta claro es que, cuanto más natural sea un alimento, por lo general será más saludable. Los ultraprocesados deberían ser algo testimonial en tu dieta.