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Quitar el moho de un alimento y comer la parte sana acarrea estos riesgos

Los expertos recomiendan no realizar esta práctica frecuente cuando queremos evitar tirar comida a la basura

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Algunos alimentos cuando pasan unos días en la nevera o en despensa después de haberlos abiertos comienzan a mostrar signos de deterioro como el moho. Normalmente contamos con que tenemos ese alimento y cuando vamos a hacer uso de él nos encontramos con la desagradable sorpresa de que ya no está en buen estado.

En ocasiones, cuando el deterioro no está muy avanzado algunas personas suelen eliminar la parte en la que ha comenzado a aparecer el moho para comerse la zona en la que no se ven signos de estar afectada. Pero, ¿es seguro hacer esto?

Retirar el moho para comer la parte aparentemente sana puede tener riesgos para la salud

Retirar la parte en la que se observan manchas de moho y comer las partes en la que no se perciben los signos de la putrefacción no es un método aconsejable. Según los expertos se trata de una acción que podría ser perjudicial para la salud.

moho fruta alimento
Aunque el moho aparezca en la parte desechable del alimento, como en la piel de la fruta, es mejor tirar toda la pieza

En ocasiones, las partes que parecen seguir en buen estado ya han comenzado su deterioro o ya están afectadas por las bacterias que han comenzado a producir el moho, pero aún no son perceptibles a la vista. Bien porque todavía se encuentra en una fase muy temprana o porque ha comenzado a surgir en zonas que no están demasiado expuestas. Por lo que lo más recomendable es tirar todo lo que quede del producto.

¿Qué consecuencias para la salud puede tener la ingesta de un alimento con moho?

Comer un alimento con moho no supone solo una muy desagradable experiencia en cuanto al gusto. Lo que realmente debe disuadirnos de tratar de salvar el producto son los peligros potenciales de su ingesta, entre los que están las reacciones alérgicas severas y problemas respiratorios.

Por otra parte, dependiendo del tipo de moho al que se exponga nuestro organismo, también podrían aparecer micotoxinas, una sustancia venenosa que pueden provocar enfermedades tan serias como problemas en el crecimiento infantil, defectos en el desarrollo del tubo neuronal, daños al sistema inmunológico, enfermedades renales, y un incremento en la probabilidad de desarrollar cáncer de hígado y esófago.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los efectos de algunas micotoxinas presentes en los alimentos no tardan en aparecer y sus primeros síntomas comienzan a hacerse notar de manera muy rápida a partir del momento en el que se consumen los productos contaminados.

¿Quiénes son más vulnerables al consumo de alimentos con moho?

Comer alimentos en mal estado es algo que, aunque parezca un poco evidente decirlo, no debería hacer nadie. Ni siquiera tras haber eliminado la parte contaminada, que suele ser la situación habitual en la que se suele caer en este error.

Sin embargo, en el caso de algunas personas especialmente vulnerables, lo mejor es no arriesgar en absoluto en eso de salvar la parte sana del alimento. Entre las personas que tienden a enfermar con más facilidad por el consumo de productos con moho se encuentran principalmente los ancianos,  niños, mujeres embarazadas y las personas con un sistema inmunitario debilitado.

Lo mejor es conservar bien los alimentos y evitar la aparición de moho

Para no vernos en la situación de tener que tirar un alimento del que casi no hemos consumido casi nada o tener que poner en riesgo nuestra salud con tal de evitar el desperdicio, lo mejor es saber cómo mantener nuestra comida a salvo de la aparición del moho.

Las esporas de moho se desplazan por el aire, por lo que una vez abierto un producto o cuando queramos guardar algún alimento crudo o cocinado es muy importante cubrir bien los alimentos con un plástico y la menor cantidad de aire posible en su interior.

En el caso de las conservas y alimentos enlatados, si no lo vas a consumir todo retira el sobrante de la lata y guárdalo en un recipiente de almacenamiento antes de meterlo en la nevera. Procura también que los alimentos abiertos no pasen demasiado tiempo en contacto con el aire y guárdalos ponlos a refrigerar cuanto antes.

Por último, no esperes demasiado para terminar de consumirlo, el moho podría aparecer en cuatro o cinco días.

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