La sal es un alimento muy usado en la cocina. Se añade sobre casi todas las comidas para potenciar los sabores y además es necesaria para el organismo ya que se trata de una de las principales fuentes de sodio de nuestros hábitos de alimentación.
Sin embargo, no es recomendable abusar de este alimento ya que un uso excesivo de la sal podría tener consecuencias negativas sobre nuestra salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una advertencia al respecto tras comprobar que la cantidad de sal que consumimos dobla la cantidad recomendada.
Las consecuencias de ingerir demasiada sal
Es difícil controlar la sal que comemos a lo largo del día. Podemos saber cuánta sal añadimos a las comidas, eso sí, teniendo en cuenta que para todo el mundo la cantidad dependerá del sabor antes que de la salud. Pero no reparamos en controlar la que ya está integrada en los alimentos que consumimos.
De esta forma, nuestro consumo de sal resulta excesivo. La OMS recomienda que la cantidad diaria no alcance los cinco gramos, sin embargo, la media de sal que ingerimos a diario se encuentra entre 9 y 12 gramos. El doble.
¿Qué consecuencias para la salud tiene un consumo de sal excesivo?
Cada cuerpo reacciona de una manera diferente al consumo de sal. Pero hay que tener claro que la reacción siempre aparece y que suelen ser problemas de salud de distinta gravedad.
Así, los problemas más comunes que aparecen como resultado de tomar más sal de la cuenta al día, se pueden dividir según la magnitud de sus daños en nuestro organismo.
Problemas menos graves
Entre las dolencias más leves podemos encontrar la retención de líquidos, que se da cuando el exceso de sal provoca problemas de filtrado en los riñones debido a que tienen que trabajar más, lo que complica la eliminación de agua y su almacenamiento.
Por otro lado, están las enfermedades gástricas provocadas por el consumo de sal. Esta puede provocar trastornos digestivos como acidez estomacal. El sodio de la sal va dañando poco a poco la capa mucosa del estómago, dejándolo indefenso ante este tipo de afecciones.
Problemas graves del consumo excesivo de sal
Aunque las anteriores sean padecimientos a tener en cuenta y procurar evitar, la sal puede acarrearnos problemas mucho más graves si no medimos bien la ingesta. Entre ellos, se pueden dar problemas de tipo cognitivos, aunque todavía faltan estudios, existen indicios de que comer demasiada sal puede provocar problemas cerebrales como el déficit de atención. o la incapacidad para la concentración.
Otro de los problemas graves son las dolencias cardíacas, ya que la sal no permite que los músculos del corazón funcionen correctamente debido al aumento de la presión sanguínea.
Por último, una investigación del Hospital de Leicester (Reino Unido) ha llegado a la conclusión de que aquellas personas que sufren asma y llevan una dieta abundante en sodio, tienen más posibilidades de sufrir complicaciones de la enfermedad.