El precio del aceite, tanto el de oliva como el de girasol, es de los que más han subido con el incremento de los precios en los supermercados en los últimos meses. El aceite de oliva al ser un producto de por sí más caro ha llegado a necesitar de un gasto que ya duele demasiado.
Si seguimos haciendo un esfuerzo por comprar aceite de oliva es porque se trata de un alimento clave de la dieta mediterránea por sus propiedades nutritivas. Sin embargo, ahora sabemos que existe una opción más económica e igual de saludable.
El aceite es esencial en la alimentación
Los aceites y las grasas son una parte indispensable de la alimentación humana según han explicado desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El institudo de la Grasa, adscrito al organismo, ha publicado un artículo en la revista Ntrients con una nueva clasificación de los aceites comestibles.
En la publicación se propone un novedoso sistema de puntuación de los aceites para ayudar al consumidor en sus decisiones de compra. El fin es replantear la fama de los aceites refinados o altos en ácidos grasos, rechazados en la alimentación por su alto contenido calórico o su vinculación con problemas de salud. Según la publicación «han recibido una mala prensa, no siempre justificada».
Una puntuación para cada compuesto del aceite
El nuevo sistema de clasificación propuesto por el CSIC consiste en una evaluación de los compuestos en cada aceite y grasa. Mediante un algoritmo se asigna una puntuación para cada compuesto que no se basa en valores universales sino en que se establece en base a la recomendación dietética de las principales organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una vez puntuados los componentes por separado en cada aceite, se hace una suma para obtener el total de puntos del producto y asignarle un puesto en el ranking. Según los investigadores, se trata de un sistema de valoración del alimento más justo y veraz.
El aceite de oliva ya no es el único aceite saludable
El estudio del Instituto de la Grasa tomo 32 referencias de aceites y grasa comestibles para el análisis de los compuestos de cada uno. En cuanto a cuál de todos es el más saludable, el aceite de oliva virgen extra sigue siendo insuperable con una puntuación final de 100, la máxima. Su contenido en ácido oléico, fenóles —un potente antioxidante—, esteroles y vitamina E, entre otro elementos saludables lo hacen un alimento altamente recomendable.
Pero en efecto, se trata de un producto con un coste alto. Sin embargo, existe una alternativa, ya que en segundo lugar encontramos un empate entre tres aceites diferentes. Un aceite refinado de oliva, un proceso por el que pierde algunas cualidades del aove. Un aceite de lino, que es muy nutritivo pero continua siendo muy caro y un aceite de orujo de oliva.
Es este último, el aceite de orujo de oliva, el que el CSIC ahora considera igual de sano que el aceite de oliva virgen extra, mientras que siempre había tenido fama de aceite de mala calidad por aprovechar en su elaboración restos de pulpa, piel y huesos de las aceitunas. Lo mejor es que este aceite, dependiendo de con qué aove lo compares, puede costar entre 0,70 y 2,50 euros menos cada litro.
Las grasas menos saludables son las de origen animal
El nuevo método de puntuación a reestablecido el orden de clasificación de todas las grasas comestibles. Las grasas que peor puntuación se llevan son las de origen animal, como la mantequilla o el tocino, que han puntuado por debajo de 50. Excepto la grasa de pescado que puntúa por encima. También han puntuado por encima de 50 las grasas vegetales a excepción de la margarina y el aceite de coco. Los ácidos grasos han sido el compuesto con más peso en la clasificación de los alimentos.