Cuando pensamos en adicciones, habitualmente vienen a nuestra cabeza una serie de situaciones en las cuales la persona es dependiente del consumo de ciertas sustancias ilegales para sentirse mejor. Habitualmente suele ser el café o cualquier otro tipo de droga.
No obstante, ¿Sabías que las adicciones no solamente engloban esto? De hecho, es más que probable que sufras una adicción sin siquiera saberlo ni habértelo planteado nunca.
Pero, si quieres saber de qué te estamos hablando y por qué es importante que lo tengas en cuenta, te animamos a que sigas leyendo.
¿Qué es una adicción?
Pero, lo primero que tenemos que hacer, es ser conscientes de que significa realmente el término adicción, para entender bien a que nos referimos cuando hablamos de ello.
Realmente hacemos alusión a una dependencia que puede ser física, psicológica o ambas cosas a la vez, ante algún elemento. Lo que ocurre en este tipo de situaciones es que nuestro cerebro busca de forma continua conseguir la recompensa o el alivio que obtiene con ese elemento y por eso repetimos esa conducta de manera continua.
Así que, como acabas de ver, no tenemos por qué hablar necesariamente de drogas u otro tipo de sustancias de este tipo, sino también de cosas que se encuentran habitualmente en nuestro día a día.
A continuación te dejamos las 5 adicciones que puedes estar sufriendo sin ni siquiera haberte dado cuenta hasta ahora de ello.
1. Redes sociales y uso de internet
¿Eres de ese tipo de personas que no saben vivir sin móvil? ¿Sueles ir hasta al cuarto de baño con él? Entonces es más que probable que tengas una adicción a este tipo de dispositivos y todo lo que su uso conlleva.
Se trata de uno de los problemas más comunes y es que, el empleo de internet, ha conllevado muchas ventajas, pero también que la gente se enganche a los dispositivos. Mención especial recibe el caso de las Redes Sociales, ya que los famosos likes suponen un chute de dopamina para nuestro cerebro que hace que estemos enganchados de manera constante a las mismas.
Este tipo de adicción suele ser más frecuente en el público más joven porque es el que se ha desarrollado de la mano de las mismas, pero no debemos pensar que afecta solamente a esa población, ya que no es así. En cualquier caso, es importante limitar la utilización de este tipo de tecnologías para no generar conductas adictivas.
2. Azúcar y harinas refinadas
Los sabores dulces son algo que gusta al ser humano desde que somos bebés, algo que hace que tengamos preferencia por los alimentos de este tipo frente a otros. No obstante, con el paso del tiempo pueden suponer un grave problema para nuestra salud.
Sobre todo cuando pasamos de sustituir los sabores dulces naturales por otros alimentos ultraprocesados que pueden poner en grave riesgo nuestra salud. ¿Por qué? Además de que contienen múltiples aditivos, también tienen un gran potencial adictivo que hace que cuando los probemos siempre queramos más.
Esto se produce porque el azúcar y las harinas actúan directamente sobre el circuito cerebral del placer, una estructura de nuestro cerebro que hace que nos sintamos mejor. Por eso, cuanto más comemos estos alimentos, más necesitamos volver a consumirlos y mejor nos sentimos al momento de hacerlo.
No obstante, debemos ser conscientes de que esta sensación de felicidad es momentánea y que también podemos obtenerla de otras formas como, por ejemplo, haciendo alguna actividad física.
3. Relaciones de pareja
¿Las relaciones de pareja pueden provocar adicción? Sí, y seguro que tú también conoces a la típica persona que nunca has visto soltera porque encadena una pareja con otra.
Muchas veces suele pasar desapercibida, pero lo cierto es que se encuentra muy vinculada con la dependencia emocional y puede hacer que la persona sienta esa necesidad de estar siempre con algo. De hecho, suelen sentirse mal si están solteros/as hasta el punto de que puede hacer que su autoestima baje.
Esto hace que, en ocasiones, tengan relaciones que pueden resultar nocivas o que no les llenan a nivel emocional por el simple hecho de «estar con alguien».
4. Videojuegos
Puede parecer de primeras que son simple entretenimiento y que no provocan problemas, pero lo cierto es que pueden generar una adicción importante en aquellas personas que los usan de forma regular.
Al igual que ocurre con las Redes Sociales, los videojuegos provocan placer en nuestro cerebro, por lo que cada vez tenemos más ganas de jugar con ellos y sentir esa «felicidad». Esto hace que podamos estar horas sentados delante de un ordenador, dejando otro tipo de actividades que pueden ser más beneficiosas para nosotros mismos, como puede ser el hecho de leer, salir con unos amigos, dar un paseo, etc.
Por eso, como hemos dicho en alguna ocasión previamente, es fundamental utilizarlos con moderación. De esta manera, podremos disfrutar de los ratos de ocio que nos proveen sin que se conviertan en una auténtica obsesión para nosotros y un posible problema a la hora de establecer relaciones con otras personas.
5. Deporte
Finalmente, llegamos a uno de los puntos probablemente más controvertidos de este listado. Y es que, hasta ahora, hemos estado hablando de cosas cuyo beneficio para nuestro cuerpo no es tan claro, pero en el caso del deporte sí que lo es.
Entonces, ¿puede ser una adicción? Sí, si la realización de la actividad física se convierte en una auténtica obsesión que hace que dejemos de lado otras áreas de nuestra vida, podemos estar hablando de un auténtico problema. O también si nos sentimos mal un día por no haber realizado la actividad física que debíamos hacer.
Hablamos, por tanto, de aquellas situaciones en las cuales la persona prioriza el deporte por encima de cualquier aspecto de su vida. Algo que puede llegar a afectar a sus relaciones sociales, su vida íntima e incluso en cómo se comporta con respecto a su alimentación.
Como ves, existen muchas adicciones que pasan desapercibidas por su aparente normalidad, pero que pueden estar afectando a tu día a día. Esperamos que esto te haya servido para conocerlas más y, en caso de que sufras alguna, poner medidas antes de que vaya a peor.