Si el agua con gas goza cada vez de más popularidad en los últimos años, es porque se considera una bebida más saludable que los refrescos y, por supuesto, se trata de uno de los mejores sustitutivos del alcohol. Una bebida burbujeante, que te aporta salud, te mantiene hidratada y está disponible en un sinfín de sabores.
Sobre todo, si eres de las que se aburre al beber agua del grifo todo el tiempo, el agua con gas puede ser una buena alternativa para mejorar tu salud. Pero ¿realmente puede reemplazar al agua corriente? Si te estás planteando pasarte a beber agua con gas, porque además, te gusta su sabor, te contamos algunas de sus ventajas y analizamos sus beneficios, para que te asegures de si, realmente, es buena o no tanto para ti.
¿Qué es el agua con gas?
El agua carbonatada es simplemente agua (H2O) que ha sido infundida con gas de dióxido de carbono (CO2) a alta presión. Este proceso crea una bebida que es «gaseosa», viene disponible en distintos formatos, e incluye el agua mineral, la gaseosa, el agua mineral con gas y el agua tónica.
Lo que diferencia a este tipo de bebidas depende de varios factores, como sus métodos de carbonatación, las fuentes de agua y, lo que es más importante, los ingredientes añadidos. En cuanto a sus beneficios, vamos a pasar a analizarlos, tal y como se describe en un estudio reciente publicado por expertos en la revista científica European Journal of Gastroenterology and Hepatology.
¿Cuáles son los beneficios de beber agua con gas?
1. Puedes mantenerte hidratada todo el día
Muchas personas se piensan que al beber agua carbonatada o con gas puede deshidratarte, pero no es así. El agua con gas ofrece los mismos beneficios para saciar tu sed que el agua mineral por sí sola. Además, si la filtras, puedes eliminar los distintos contaminantes, los compuestos orgánicos y los químicos, solo así puedes asegurarte de que está limpia ¡los resultados son muy buenos!
2. Beber agua carbonatada mejora las digestiones
Quizás esta sea una de las mayores ventajas. Beber un vaso al día de agua filtrada de agua con gas puede ayudarte a controlar los problemas de estómago, pues ayuda a calmar las náuseas y el estreñimiento. Así que, si sueles tener problemas de estómago, en este sentido puedes usar sin problema este sustitutivo.
3. El agua con gas te mantiene saciada y llena
Si sigues una dieta, puedes incluir en tu rutina el agua con gas, ya que las pequeñas bubujitas carbonatadas que aparecen en el agua son muy poderosas a la hora de controlar el peso e, incluso, perder algún que otro kilo. Según los expertos, el dióxido de carbono en el agua con gas permite que dichas burbujas llenen tu estómago y engañen a tu cerebro para que te sientas saciada.
Esto significa que lo más seguro es que comas menos. Además, la efervescencia aumenta la actividad gastrointestinal por lo que, estarás sintiéndote llena durante bastante tiempo.
4. Beber agua con gas puede aumentar la productividad
Sí, has leído bien. El hecho de beber agua con gas puede aumentar tu energía y, por ende, tu productividad. O al menos esto es lo que han sugerido los expertos en otro estudio publicado en el National Library of Medicine (NIH). En el informe explican cómo la deshidratación leve podría alterar nuestros vasos sanguíneos del cerebro, lo que conduce a un menor rendimiento cognitivo, en concreto, en términos de atención y memoria a corto plazo.
Con todo esto, es verdad que ya te puedes plantear y decidir si te pasas o no, definitivamente, al agua con gas.