Cuando te decides a lograr adelgazar, es fácil perderte en el inmenso mundo de las dietas. Elegir una baja en calorías suele ser una mejor opción para bajar de peso que otros tipos, ya que al reducir la ingesta calórica es más fácil perder peso. Muchas veces sin esfuerzo.
Pero, a la hora de la elegir una dieta baja en calorías, es cuando te das cuenta de que dietas hipocalóricas hay muchas, pero no todas son saludables y, a veces pueden hasta suponer un peligro para la salud. Te contamos exactamente qué es una dieta hipocalórica y nuestras favoritas para bajar de peso de la manera más saludable posible.
¿Qué son las dietas hipocalóricas?
Las dietas bajas en calorías se fundamentan en reducir el número de calorías que el cuerpo necesita para funcionar. Las calorías son la energía y el combustible que el organismo utiliza para mantenerse en funcionamiento, realizar la actividad física que requiere el día y mantener los órganos en condiciones óptimas.
Podríamos decir que las calorías son nuestra gasolina y el cuerpo necesita entre unas 1.800 y 2.000 kcal diarias para poder realizar las actividades diarias, ya sean trabajar, andar, pensar, ir al gimnasio, etc.
Pero, sin darnos cuenta solemos ingerir más calorías de las que realmente necesita el organismo. El problema está en que, si no se queman, estas se almacenan en el organismo en forma de grasa, provocando un aumento de peso.
4 dietas hipocalóricas para adelgazar con salud
A la hora de elegir una dieta baja en calorías, lo más importante es escoger la que mejor se adapta a ti y tu ritmo de vida pero, sobre todo, que no ponga en riesgo tu salud. Muchas dietas hipocalóricas siguen reglas sin fundamento científico, como consumir solo un alimento concreto, algo que puede provocarte déficit nutricional y un efecto rebote en cuanto las dejas.
Para evitarlo, te proponemos nuestras cuatro dietas bajas en calorías favoritas y fiables, de manera que puedas perder peso sin arriesgar tu salud.
Dieta Clean eating
Más que una dieta, para nosotros el Clean Eating (o lo que es lo mismo «comer limipio») es una manera de alimentarse más inteligente, con alimentos saludables y sostenibles. Es más, el fundamento principal del Clean Eating no es perder peso, sino precisamente evitar el efecto rebote tras una dieta y adoptar una manera más sana de alimentarte.
Se eliminan de la lista de la compra alimentos procesados, ricos en azúcares, grasas saturadas y aditivos. En su lugar, se reduce el consumo de carne roja y se aumentan los vegetales, ecológicos a poder ser, ya que las frutas y las verduras son ricas en antioxidantes, minerales, vitaminas y tienen propiedades depurativas.
También propone técnicas de cocinado sencillas, evitando los fritos y los rebozados. El objetivo principal del Clean Eating es comer de manera más natural para eliminar los tóxicos y que estos no se acumulen en el organismo.
Dieta Dash
En un principio, la Dieta Dash (cuyo nombre completo en inglés es Dietary Approaches to Stop Hypertension) se creó para cuidar la salud del corazón, reduciendo los niveles de sodio en sangre y la hipertensión. Pero sus beneficios para la salud en general, la convirtieron en una excelente opción baja en calorías para perder peso.
De una manera parecida al Clean Eating, la Dieta Dash se basa en eliminar de tu alimentación todo alimento procesado y precocinado, sobre todo aquellos con un alto contenido en sal. Pero también reducir el consumo de carne roja, alcohol y alimentos ricos en azúcares.
En su lugar, prima el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas, huevos, pescados y carne magra. En resumen, se sustituyen los procesados por alimentos frescos, reduciendo así las calorías y adelgazando sin riesgos.
Dieta Raw
La clave de la Dieta Raw ese reducir la ingesta calórica a través del consumo de alimentos que pueden consumirse crudos o con cocciones a baja temperatura, como las frutas, las verduras de hoja verde, las semillas, los frutos secos o los germinados.
Pero no todo se basa en los vegetales: la Dieta Raw permite el consumo de carnes y pescados crudos (por ejemplo en forma de carpaccio o tartar) o cocinados a temperaturas que no superen los 42 grados.
La idea es preservar los nutrientes, vitaminas y minerales de los alimentos, ya que cuanto se cocinan a temperaturas muy altas o durante mucho tiempo, pierden rápidamente esta propiedades. Sobre todo, en el caso de verduras y vegetales.
Puedes hacerla de manera puntual, para perder esos kilos de más, apoyada siempre de la supervisión de un nutricionista que garantice que la haces de forma correcta y sin riesgo de déficit nutricional.
Dieta flexitariana
Con muchos puntos en común con la dieta mediterránea tradicional, la dieta flexitariana propone un aumento de frutas, vegetales, legumbres, semillas y frutos secos, permitiendo de forma controlada el consumo de alimentos de origen animal: huevos, lácteos, carne y pescado.
Así, se reduce la ingesta calórica, pero también porque se eliminan de la dieta todos los alimentos procesados, precocinados y con alto contenido en azúcar y grasas saturadas.
Es una buena opción para las personas interesadas en la dieta vegana, pero que no quieren renunciar de vez en cuando a la carne y el pescado. Pero como la mayor parte de la alimentación se centra en vegetales frescos, se reduce la ingesta de calorías y pierdes peso de manera sana.
Ahora que ya conoces cuatro dietas bajas en calorías efectivas y saludables, solo te queda poner en práctica tu favorita. Como ves, el secreto de adelgazar no está en restringir alimentos, sino en adoptar una alimentación más saludable. Y recuerda, también en aumentar el ejercicio físico y llevar una pauta de vida general lo más sana posible.