La vitamina E también es conocida como tocoferol, y pertenece al grupo de las vitaminas liposolubles, que son las que se almacenan en el tejido graso y en el hígado. Como todas, es absolutamente imprescindible para el buen funcionamiento del organismo, pues aporta muchos beneficios a la salud.
Es cierto que no se conoce ninguna enfermedad que se haya desarrollado por una falta de vitamina E, pero esto no significa que este déficit no pueda ocasionar problemas. A continuación, te explicaremos detalladamente los múltiples beneficios que este elemento aporta a nuestro cuerpo, además de presentarte alimentos que sean fuentes de esta vitamina.
Beneficios de consumir vitamina E
El consumo de este elemento aporta muchas cosas buenas, entre las que destacan las siguientes:
- Función antioxidante: si por algo es reconocida la vitamina E es por su acción y poder antioxidantes. En pocas palabras, gracias a esta función, ayuda a mantener el cuerpo sano y retrasa su envejecimiento.
- Protege a las membranas celulares de la oxidación: los radicales libres son moléculas inestables que se elaboran durante el metabolismo normal de las células. Éstos se pueden acumular y dañar otras moléculas, como el ADN o las proteínas. La vitamina E los neutraliza, protegiendo así, y de manera especial, a las células del sistema nervioso, del sistema cardiovascular y del muscular.
- Fortalece el sistema inmunológico: gracias a sus excelentes propiedades, ayudan a combatir al organismo contra virus y bacterias invasores.
- Mejora la salud de la piel y el cabello: la vitamina E favorece la integridad de la piel, y mantiene estables las membranas celulares por su poder antioxidante. Esto hace que pueda prevenir el envejecimiento precoz y la aparición de arrugas, además de mejorar la cicatrización de las heridas o de mejorar la piel de los que sufren males como la dermatitis atópica.
- Puede ayudar a prevenir enfermedades neurológicas: la deficiencia de esta vitamina puede hacer que el sistema nervioso central sufra alteraciones, y algunas fatales. Por este motivo, muchos científicos procuran incluir los suplementos de vitamina E para prevenir y tratar enfermedades como el Alzheimer o trastornos genéticos como el Síndrome de Down.
- Combate la infertilidad: aunque suene increíble, la vitamina E puede mejorar la calidad del esperma, pues aumenta la motilidad, término biológico para expresar la habilidad de moverse espontánea e independientemente, de los espermatozoides.
- Puede ayudar a evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares: el consumo de este elemento puede disminuir tanto la morbilidad como la mortalidad causada por enfermedades de este tipo, según muchas investigaciones.
Alimentos ricos en vitamina E
Por suerte, muchos alimentos que podemos consumir diariamente contienen esta vitamina tan beneficiosa. Sin embargo, los que mayores cantidades contienen son los siguientes:
- Los aceites vegetales: de girasol, de colza, de almendra… son los más ricos en vitamina E y de lejos. El de oliva es uno de los menos ricos en vitamina E, aunque sigue teniendo 14,3 miligramos por cada 100 gramos, que no está nada mal.
- Almendras: todos los frutos secos contienen mucha vitamina E, pero la almendra se lleva la Palma (24,2 miligramos por cada 100 gramos aproximadamente). Si introduces un puñado de almendras de 50 gramos tu dieta se verá mejorada.
- Pescado: la vitamina E está presente no solo en las grasas vegetales, sino también en las animales, y fundamentalmente en el pescado. De largo, el que más contiene es la angula (5,6 miligramos por cada 100 gramos).
- Aguacate: es la fruta más rica en grasa, y por ese motivo también es la más rica en vitamina E, con 2,6 miligramos por cada 100 gramos.
- Espinacas: contiene 2 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos. Tras el aguacate, es la verdura más rica en vitamina E.