¿Cómo quiere el punto de la carne? Una de las formas más habituales, la mejor según los entendidos, de comer la carne, especialmente cuando es de vacuno, es muy poco hecha, casi cruda. Vamos, que sangre en el plato.
La Organización de Organizadores y Usuarios (OCU) sabe de este hábito, además de otras formas de consumir carne casi cruda como son el steak tartar o el carpaccio. Por ello ha lanzado un aviso sobre algunos peligros posibles al carne sin cocinar o mal hecha y cómo prevenir cualquier problema que nos pudiese acarrear.
Los consejos de la OCU para disfrutar de la carne poco hecha sin problemas
Según explica la OCU es fundamental tener en cuenta ciertas precauciones para que la experiencia cárnica sea un verdadero placer y no tengamos que preocuparnos de nada más que disfrutar del momento. Siguiendo algunos consejos sencillos, podrás disfrutar de tus platos de carne favoritos sin problemas.
La OCU empieza explicando como se debe comer el pollo para evitar problemas. Aunque no es una carne que suela comerse cruda, ya que no es nada recomendable, la organización deja clara la necesidad de ser cocinado a conciencia. Es muy importante que nos aseguremos de que la carne esté bien hecha. Un truco para comprobarlo es que el hueso se pueda separar fácilmente de la carne.
La carne picada debe cocinarse por completo
También es importante cuidar una cocción completa en el caso de que estemos cocinando carne picada. Estas carnes, cuando son compradas en bandejas, suelen ser mezclas de varios tipos de carne por lo que para minimizar riesgos lo mejor es que te asegures de que esté completamente cocida. Evita una exposición prolongada a temperatura ambiente antes y después de cocinarla. Si optas por carne congelada, como pueden ser las hamburguesas, espera a que esté completamente descongelada antes de cocinarla para evitar que se queden partes sin hacer. Especialmente si no son de vacuno.
Otros riesgos que la OCU recomienda tener en cuenta al cocinar carne
La OCU recuerda que además de una cocción adecuada, existen otros riesgos que pueden ser evitados fácilmente, como es el caso de la contaminación cruzada. Solo necesitas utilizar utensilios y platos diferentes para la carne cruda y la cocinada y no tendrás nada de qué preocuparte. En cuanto a los marinados, extrema la precaución con los líquidos usados en la carne cruda. Jamás los consumas después de su uso. Por último, para tener un buen control sobre todo esto, procura mantener un espacio limpio y ordenado para evitar sorpresas desagradables y disfrutar de tus barbacoas y comidas con carne.
La OCU explica que la carne cruda es especialmente sensible en épocas de calor
Comer carne cruda siempre comporta algunos riesgos y es muy importante que la persona que lo prepare sepa muy cómo debe hacerse. Pero es en épocas de calor, como el verano, cuando más precauciones se deben tomar ya que las altas temperaturas favorecen la aparición y proliferación de bacterias como la Escherichia, Campylobacter o la conocia y temida Salmonella, entre otras.
Entre las consecuencias sobre nuestra salud que suelen tener estas bacterias se encuentran fiebre, vómitos, diarrea o malestar general del cuerpo. Aunque dependiendo de la cantidad ingerida, las particularidades de la salud de cada personas y otros factores, estas dolencias pueden ser peores.