El jamón ibérico es el mayor representante de la gastronomía ibérica y de nuestra forma de entender la vida, especialmente al compartir la mesa. Por lo tanto, no es de extrañar que se haya convertido en un elemento esencial en las celebraciones de Navidad.
Si año tras año, te encuentras con que el jamón llega algo reseco a los últimos días de las fiestas, existen varios trucos que ayudan a que el jamón ibérico conserve toda su textura, aroma y sabor, desde que lo compramos en el supermercado hasta que lo abrimos y durante el tiempo que tardamos en consumirlo a lo largos de las comidas navideñas o en cualquier otro momento del año.
Así debes almacenar el jamón ibérico antes de abrirlo
El proceso de almacenamiento del jamón ibérico comienza antes de abrir la pieza. Para mantener su sabor y textura óptimos, es esencial seguir algunas pautas. Es primer lugar es fundamental elegir una ubicación adecuada. Lo ideal es un lugar en el que puedas mantener el jamón fresco y seco, alejado de la luz directa del sol y las fuentes de calor. La temperatura ideal oscila entre 15°C y 25°C.
Por otra parte, es muy importante el papel protector. La capa exterior del jamón, conocida como «caña», debe permanecer intacta. Este papel ayuda a mantener el jamón en perfectas condiciones mientras protege el interior. Es también muy recomendable utiliza un jamonero para sostener el jamón antes y durante su corte. Esto permite que el aire circule alrededor de la pieza, evitando la acumulación de humedad.
Guardar el jamón ibérico una vez abierto
Ahora que ya estás disfrutando de tu pata de jamón ibérico, es decir, una vez que comiences a cortar el jamón, es crucial preservar su sabor y textura. Si no planeas consumir todo el jamón de inmediato, cúbrelo con una fina capa de su propia grasa y luego con papel de aluminio. Esto evita que la carne se seque y se oxide. Utiliza papel film para envolver la parte que ha sido cortada y asegúrate de que esté bien sellado para evitar la exposición al aire.
Es muy frecuente utilizar la propia corteza del jamón para volver a taparlo o un paño de cocina, sin embargo, en contra de la creencia popular, estos hábitos no ayudan a la conservación del jamón en las mejores condiciones después de abierto. Al igual que antes de abrirlo, el jamón ibérico cuando ya está empezado debe seguir guardado en un lugar fresco, con una humedad relativa del 60-80%. Como referencia, una bodega o una despensa pueden ser lugares ideales.
El papel del jamón ibérico en Navidad
Durante las festividades navideñas, el jamón ibérico se convierte en la estrella de la mesa. Este aumento en su consumo se debe a varias razones. El jamón ibérico se ha convertido en una tradición navideña. Esto se debe a que la Navidad es un momento de reunión familiar, y el jamón ibérico es un alimento que se comparte y disfruta en compañía. Además el jamón ibérico es un alimento muy versátil y se puede servir en una variedad de platos. Esto lo convierte en un ingrediente perfecto para satisfacer los gustos de todos. ¿Quién no se ha alimentado a base de bocadillos de jamón en los días entre celebraciones navideñas?
El jamón ibérico es una delicia que merece un cuidado especial tanto antes de abrirlo como una vez cortado. Al seguir los consejos de almacenamiento que te hemos dado, podrás disfrutar de su sabor único en su máxima expresión durante toda la Navidad.