El tipo de alimentación que más se ajusta a nuestras necesidades depende de varios factores como nuestros hábitos diarios, si hacemos una vida más o menos activa físicamente, si padecemos algún tipo de intolerancia o, claro está, la edad que tenemos.
La edad es, de hecho, uno de los factores que más influyen en los alimentos que debemos elegir en cada comida. Es especialmente importante la ingesta que hagamos en el desayuno y, si ya pasamos los 50 años, saber cuáles son los alimentos que nos conviene tomar para activar nuestro metabolismo cada mañana.
¿Qué buscamos conseguir con un desayuno para mayores de 50 años?
Al cumplir tan respetable cifra de años, ciertas funciones de nuestro cuerpo comienzan a darse de otra manera o a otro ritmo. Por ejemplo, la disminución de la masa muscular se acelera y crece el riesgo de osteoporosis. El reparto de nutrientes ya no se produce con la misma eficiencia y eso empieza a notarse.
Otra marca de esta edad, la mas notable, es la disminución de colágeno, que aunque no empieza cuando cumplimos 50 años, sino unos años antes, si que se acentúa bastante esta carencia en las arrugas y líneas de expresión fruto del paso del tiempo que empiezan a marcar más nuestro aspecto.
Reduce los efectos del paso del tiempo en el desayuno
Para actuar contra estos efectos de la edad, además de ejercicio físico para mantener nuestros huesos y músculos fuertes y sanos, debemos tener en cuenta una serie de alimentos y nutrientes que ayudan a ralentizar el proceso.
El calcio es uno de los minerales cuya capacidad de absorción se ve más afectada, de ahí, por ejemplo, el aumento de las posibilidades de desarrollar osteoporosis. Por lo tanto, un aumento de alimentos ricos en calcio será una de las claves del desayuno. Yogur, queso de burgos, leche o frutos secos como las avellanas o los pistachos, son estupendas fuentes de calcio que puedes incluir.
El otro nutriente fundamental que necesitas es la vitamina B12, ya que el cuerpo pierde la capacidad de absorber todo el nutriente y es necesario asegurarnos de que se queda con la cantidad necesaria para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y el cerebro. Esta vitamina se encuentra naturalmente en alimentos de origen animal, como pescado, carne, aves, huevos y lácteos. Es necesario tener en cuenta que una alimentación equilibrada no nos garantiza la prevención de enfermedades, pero sí que reduce en un gran porcentaje las posibilidades de contraerlas.
Dos desayunos para mayores de 50 sencillos y ricos en los nutrientes que necesitas
Es importante saber combinar los alimentos de tu desayuno para saber que estás consiguiendo una mayor aportación de los nutrientes que te interesan y la cantidad normal de otros nutrientes necesarios para cualquier alimentación saludable.
Para un desayuno rico en calcio, puedes prepararte un bol con yogur natural y frutos secos como avellanas, nueces o pistachos triturados. Mézclalo con fruta de temporada para tener la porción diaria recomendada y ganar en sabor. Puedes añadir también un puñado de semillas de chía.
Si eres más de tostadas, es mejor optar por un pan de semillas sobre el que puedes poner un poco de aceite de oliva, aguacate y queso fresco para ganar en calcio o, en el caso de que busquemos más vitamina B12, unas lonchas de jamón serrano o pechuga de pavo. Puedes acompañarla con un huevo duro para subir la dosis de esta vitamina o un café con leche para ganar en calcio.
La importancia de un buen desayuno a cualquier edad
No hay ningún misterio bajo la manidísima frase: «El desayuno es la comida más importante del día«. Es evidente, porque es en el desayuno donde nos alimentamos después de un largo periodo de ayuno, que son las horas en las que estamos dormidos. Además, es la comida del día que precede al periodo de mayor actividad, que son las horas antes de la comida. Es cuando vamos a trabajar, a ir a clase… Por lo tanto, es importante mantenerse bien. Además, esto también aplica a mayores y jubilados, porque antes de comer suelen dar paseos, ir a hacer la compra… Por eso es importante cargarse de energía por las mañanas con un buen desayuno.