Para disfrutar de una buena salud no solo hay que hacer ejercicio, sino que también hay que cuidar mucho la alimentación. Comer de forma equilibrada es una garantía para el correcto funcionamiento del organismo, y también es la clave para evitar que puedan aparecer enfermedades graves.
No es ningún secreto: cuando comemos de forma correcta, nuestro cuerpo funciona mejor. ¿Y qué es comer de forma correcta? Probablemente te lo preguntes. Existen varias respuestas a esta cuestión, pero lo que sí o sí debes evitar a toda costa consumir en exceso los alimentos que la ciencia desaprueba. ¡Conócelos a continuación!
Los alimentos que la ciencia te recomienda que evites
No es necesario ser tan radical y privarte de estos alimentos. Los puedes comer muy de vez en cuando, siempre teniendo en cuenta que su consumo abusivo puede provocarte afecciones y enfermedades que pueden ser muy severas en algunos casos. Si llevas una dieta saludable y equilibrada y realizas una actividad física, puedes disfrutar de un capricho de vez en cuando. Estos son los alimentos que la ciencia no te recomienda comer en exceso:
Grasas trans
Se utilizan estos elementos para preparar productos alimenticios ultraprocesados que, por lo general, cuentan con una gran cantidad de calorías. Con el paso de los años, si una persona abusa de este tipo de comidas, puede provocar un deterioro en el sistema nervioso y en la salud cardiovascular, según investigaciones llevadas a cabo por científicos de todo el mundo.
Y es que las grasas trans, a diferencia de otros lípidos, aumentan el colesterol malo y reducen el bueno. Por ello, una alimentación cargada de estas comidas aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, que son la principal causa de muerte en adultos.
Gaseosas y bebidas azucaradas
Estas bebidas se asocian con el aumento global del sobrepeso y la obesidad. Además, su consumo excesivo puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades muy graves, como la diabetes tipo 2, ciertas clases de cáncer o enfermedades cardiorrespiratorias. La ciencia también demostró que las bebidas azucaradas, consumidas con frecuencia, aumentan los niveles de azúcar en sangre, lo que puede llevar a la demencia.
Los expertos afirman que las bebidas azucaradas son la fuente principal de calorías de una dieta, ya que, de media, por cada una se puede llegar a ingerir hasta 50 gramos de azúcar. La cantidad máxima de calorías recomendada en este caso es de 450.
Azúcar refinado
La ciencia ha demostrado que el elevado consumo de azúcares está directamente relacionado con problemas como: el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y hepáticas… Además, la ingesta excesiva de este tipo de azúcar contribuye a un desarrollo de hiperactividad y enfermedades mentales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como límite de azúcares refinados en la dieta, concretamente el 5% del valor calórico total. Alimentos con azúcares refinados o adicionados son las galletas, el chocolate, los dulces… No estamos contando los naturales, como pueden ser la miel o el jarabe de arce.
Pescados con elevados niveles de mercurio
El pescado, por lo general, es un alimento muy recomendable para llevar una dieta completa y equilibrada, pues contiene mucha omega 3 y otros nutrientes esenciales. Sin embargo, los que contienen elevadas cantidades de mercurio pueden ser muy perjudiciales para la salud si se consumen de manera excesiva.
Algunos ejemplos de pescados con niveles de mercurio alto son el atún rojo, el tiburón, el cazón o el pez espada. Si los comes en exceso, puedes estimular neurotoxinas con el potencial de dañar gravemente tu cerebro. Además, la literatura científica sostiene que si una mujer embarazada consume muchos pescados de este tipo durante su periodo de gestación, puede aumentar el riesgo de que su bebé nazca con parálisis cerebral.
La importancia de una dieta equilibrada
Si quieres hacer todo lo posible por evitar el padecimiento de enfermedades, lo primero que debes hacer es tener una alimentación saludable. Las afecciones crónicas como la obesidad, la diabetes o, incluso, enfermedades cardiovasculares como los infartos, son normalmente el fruto de una dieta pésima. Come un poco de todo, pero dando prioridad a los alimentos saludables y que te aporten nutrientes esenciales y beneficiosos.