El calentamiento global y la temporada de verano son una mezcla de temer según Greenpeace, ¿Por qué? Porque sin lugar a dudas las estadísticas colocan a España en el ojo del huracán o mejor dicho de los incendios. Temperaturas extremadamente altas y probablemente imponiendo nuevos récords gracias a estas anormalidades climáticas que se vienen presentando a nivel mundial, con un aumento desmedido de los riesgos de incendios forestales por culpa del implacable calor y que cada año arriba más temprano. Es decir que la temperatura del aire seco, la velocidad del viento, la humedad relativa y por supuesto las pocas precipitaciones registradas dan fe de que lo que se avecina es una temporada al rojo vivo.
Las indicaciones de las estaciones meteorológicas y las previsiones esperadas relativas al calor general hacen que los mapas se pinten en su máxima extensión del rojo representativo del calor. Por lo que el peligro de incendio se dispara en muchas zonas del territorio nacional. Forzando a que la llamada sea la de manteneros hidratados y a la preservación y cuidado de las masas forestales, las cuales indudablemente se encuentran disponibles a las inclemencias de estos fuegos que posiblemente sean devastadores en este verano que se avecina con todas sus fuerzas y que promete hacer su aparición cada vez con mayor antelación en el tiempo, por lo que el llamado es a cuidar el medio ambiente.
Cambios en el clima hacen que el verano llegue anticipadamente
Todas las organizaciones ambientalistas se han hecho eco de advertir lo que podría provocar el punto de no retorno relacionado con el calentamiento global, Greenpeace ha desarrollado una gran cantidad de actividades de concientización y de protestas para alertar a la comunidad sobre esta problemática y muchos científicos han apoyado a estas organizaciones ambientalistas y ecologistas en su preocupación por disminuir el calentamiento y por consiguiente las consecuencias derivadas de él.
El peligro posiblemente no radique en estos próximos incendios de la temporada de verano, sino en que como personas y habitantes de este planeta nos hemos adaptado y acostumbrado a ver estos episodios como algo relativamente frecuente. Es decir, que las situaciones anómalas por culpa del cambio climático y la contaminación se han convertido en parte de la normalidad. Las olas de calor han venido en pleno crecimiento y ahora con la tecnología de punta es posible comparar las olas de calor que han afectado a España en las últimas 4 décadas y disponer de una visual de lo que ha sucedido gracias a esta foto.
La combinación perfecta para un el riesgo real de incendio
Todo lo antes mencionado mantiene una implicación directa en aumentar los riesgos de incendios forestales, pero ¿Cómo y por qué?, para dar respuesta a esta pregunta, primero debes conocer que existen 2 tipos de riesgos:
Los incendios difieren según el tipo de su origen y en cerca del 95 % estos son originados de un modo antrópico, lo que en pocas palabras quiere decir que el origen es de origen humano, este puede deberse a muchas causas como por ejemplo:
- Accidentes.
- Negligencia.
- Incendios intencionales.
Todas estas causas en sí pueden denominarse riesgos de ignición y están determinadas por la real probabilidad de que se genere un fuego. Por lo que es importante mantener siempre la precaución de que somos los responsables número uno de la gran mayoría de los incendios forestales que ocurren, si bien las temporadas de calor disparan la probabilidad, siempre seremos los máximos responsables del inicio de cada uno de estos devastadores incendios.
El inicio del fuego es la primera condición para que el mismo se propague y logre convertirse en un incendio, esto dependerá de muchos factores entre los que destacan:
- El combustible (la vegetación).
- La meteorología.
- La topografía de la zona.
- La humedad.
- La temperatura.
Por lo que es aquí donde mantienen una gran incidencia las olas de calor que sin dudas se avecinan, ya que gracias a ellas se eleva de forma alarmante la inflamabilidad de la vegetación a nivel general y donde este calor extremo podrá ayudar e incentivar la progresión y desarrollo del incendio.
Greenpeace advierte sobre la incidencia de los incendios forestales
Aunque el verano es la temporada habitual para los incendios forestales, estos son capaces de afectar las masas forestales (vegetación) en cualquier época del año, de hecho en lo que va de año España ha logrado acumular una cifra que se acerca peligrosamente a los 3500 incendios y donde cerca de 15 mil hectáreas han sucumbido a ellos. La incidencia de estos incendios puede detallarse según la siguiente estadística:
- Región noroeste: Acumula el 59 % de los incendios, así como el 85 % de toda la superficie forestal afectada. Esta región está conformada por las comunidades autónomas de Cantabria, Asturias y Galicia y las provincias de León y Zamora.
- Incendio de Hermisende: Este incendio logró afectar cerca de 2500 hectáreas y solo para la región española la cifra llega a las 1500.
Esto por exclusivamente hacer mención a un par de claros ejemplos y aunque la mayor parte de estos incendios están catalogados como de causas desconocidas, es importante tener muy presente que casi todos ellos están directamente relacionados con prácticas agrícolas y ganaderas mal gestionadas, irresponsables e inadecuadas. Prevaleciendo la quema de matorrales, la limpieza de vegetación y la gran mayoría de los trabajos forestales como las principales fuentes de inicio de este tipo de incendios.
De allí que los incendios forestales sean un tema de gran complejidad, con riesgos que pueden venir de diferentes frentes y donde intervienen factores como la ignición y la propagación. Razón más que suficiente para que las soluciones deban de apuntar hacia varias direcciones con la firme intención de lograr generar una respuesta de previsión, la cual en efecto será muchísimo más efectiva en la gestión y el control de la incidencia de estos incendios forestales.
Maneras seguras de prevenir y evitar los incendios
Las olas de calor ya forman parte de la cultura de los veranos españoles y por consiguiente debemos de movernos y adaptarnos a esta condición, la cual representa una emergencia climática con un claro impacto negativo, de allí que sea imprescindible tomar ciertas líneas conductuales para minimizar las posibilidades de aparición de estos nefastos incendios.
- Reducción de la posibilidad de inicio de fuego, incentivando el cuidado y las medidas para evitarlo.
- Anular los riesgos de propagación, logrando una gestión forestal de primer nivel y asegurar la existencia de masas forestales resilientes.
El cambio climático ya está entre nosotros y es necesario aplicar los correctivos para adaptarnos a convivir pacíficamente con él, siempre tratando de hacer de este tema preventivo un asunto de importancia primordial y colocar fecha de caducidad al uso de combustibles fósiles, encaminando la solución hacia el uso de un sistema energético 100 % renovable y ecológico que permita reducir las olas de calor, lo que sumado a una buena conciencia preventiva hará que podamos disminuir y eliminar estas amenazas de incendios.