La seguridad en el consumo de los alimentos es responsabilidad de toda la cadena por la que pasa hasta que llegan a nuestra mesa. El último paso es lavarlos con agua abundante en casa, ya que al no conocer con certeza a qué condiciones ha sido expuesto, es la única manera de asegurarnos que eliminamos, al menos, buena parte de las sustancias que pudieran resultar dañinas para nuestro organismo.
Las intoxicaciones alimentarias no son un tema que tomarse a la ligera. El pasado 7 de junio se celebro el Día Mundial de la Seguridad Alimentaria, motivo por el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprovechó para dar un dato realmente escalofriante sobre este tipo de intoxicaciones.
Más de un millón y medio de personas enferman al año por intoxicación alimentaria
Es sin duda la cifra más llamativa que dejó la jornada. La OMS informó de los casos de enfermedad por intoxicación alimentaria que se producen cada año en el mundo. Nada menos que 1,6 millones de personas.
Según explicó el director del Departamento de Nutrición y Seguridad de los Alimentos de la OMS, Francesco Branca, «la contaminación puede venir de fuentes diversas como bacterias, virus, parásitos o químicos«. Motivo por el que siempre debemos asegurarnos de hacer un lavado eficaz de los alimentos antes de consumiros.
Puedes contagiarte de más de 200 enfermedades distintas
Para dejar una imagen más clara de lo que supone esta cifra, el representante de la OMS explica que las intoxicaciones pueden manifestarse a través de más de 200 tipos de enfermedades distintas desde una desagradable diarrea hasta casos más graves como el cáncer. Asimismo, recordó que evitar que las sustancias tóxicas lleguen a nuestro organismo no es solo responsabilidad de los consumidores en sus hogares y que es responsabilidad de los gobiernos que la comida que está a disposición de la población cumpla con los estándares de seguridad.
Lee el etiquetado y lava bien los alimentos para evitar riesgos
Aunque la pelota este en el tejado de los gobiernos y otras autoridades encargadas de velar por la seguridad alimentaria de la ciudadanía, existen una serie de acciones que pueden ser realizadas por el consumidor y que nos pueden evitar más de una mala noticia. Lo primero es conocer la procedencia y componentes de los alimentos que vamos a consumir. Para ello es muy importante prestar atención al etiquetado de los productos y elegir aquellos que cuenten con certificados de autoridades sanitarias o alimentarias.
En el caso de los alimentos frescos, como la carne, el pescado, la fruta o la verdura, es imprescindible lavar con abundante agua, o con agua mezclada con un poco de vinagre en el caso de las frutas, antes de consumirlos para eliminar sustancias tóxicas como pesticidas o químicos derivados de la contaminación en los entornos naturales de dónde proceden.