La gastronomía española es conocida en todo el mundo por su increíble variedad y calidad de los alimentos y otros productos culinarios.
Entre los tesoros que alberga, el jamón ibérico y el vino ocupan un lugar destacado. La combinación de estas dos delicias gastronómicas crea una armonía de sabores y aromas de una exquisitez irresistible a cualquier paladar por muy fino que sea el pico. Encontrar un buen maridaje es la clave para realzar las cualidades de ambos productos.
Cualquier pareja no vale para un producto con las cualidades de un buen jamón ibérico
El jamón ibérico es una joya culinaria única que se obtiene a partir de cerdos de raza ibérica criados en la península ibérica. Estos cerdos se alimentan principalmente de bellotas, lo que aporta un sabor distintivo y una textura suave y jugosa a la carne del jamón.
En España, existen diferentes categorías de jamón ibérico, como el Jamón Ibérico de Bellota, el Jamón Ibérico de Cebo de Campo y el Jamón Ibérico de Cebo. Cada una de estas categorías ofrece una experiencia de sabor diferente, pero todas comparten la exquisitez y el refinamiento característicos del jamón ibérico.
Cuatro maridajes perfectos de vino y jamón ibérico:
En las cuatro recomendaciones que vamos a proponerte para maridar vino y jamón, empezamos por el clásico: Jamón Ibérico de Bellota con vino tinto reserva. El Jamón Ibérico de Bellota, con su intenso sabor y aroma, combina perfectamente con un vino tinto reserva de la Denominación de Origen Rioja. Un ejemplo destacado es el Marqués de Murrieta Reserva, elaborado con uvas Tempranillo y Garnacha. Este vino equilibra los matices salados y dulces del jamón, resaltando sus sabores y dejando un regusto duradero en el paladar.
Pero si prefieres optar por un maridaje más fresco, suave y con sabores menos intensos, elige un jamón Ibérico de Cebo de Campo con algún vino blanco joven. Nuestra recomendación es el Jamón Ibérico de Cebo de Campo, con su sabor más suave y delicado, que encuentra su pareja ideal en un Rías Baixas Albariño, como el Martín Códax Albariño, con su carácter frutal y notas cítricas. Este vino realza los sabores sutiles del jamón sin abrumar su delicadeza.
Maridajes de vino y jamón para ocasiones especiales
Si queremos subir el nivel de nuestro maridaje y buscamos un toque más sofisticado, más elegante, lo adecuado es pasarse al jamón ibérico de cebo con vino tinto crianza. El sabor más equilibrado y suave de este tipo de jamón, se combina a la perfección con un vino tinto crianza D.O. Ribera del Duero. Un ejemplo destacado es el Vega Sicilia Valbuena 5º Año, elaborado principalmente con uvas Tempranillo. Este vino presenta una estructura elegante y notas de frutas maduras y especias que se complementan con la sutileza del jamón ibérico.
Pero sin duda, la combinación estrella para cualquier ocasión que requiera de un buen gusto exquisito es el maridaje audaz del Jamón Ibérico de Bellota con vino tinto reserva de Toro. El Jamón Ibérico de Bellota, con su sabor intenso y persistente, puede ser acompañado por un vino tinto reserva de la Denominación de Origen Toro.
Una opción habitualmente recomendada es el Numanthia, elaborado con uvas Tinta de Toro. Este vino destaca por su potencia y cuerpo, con notas de frutas negras maduras y toques especiados que se fusionan con la intensidad del jamón. Estos son los maridajes que te proponemos aunque, claro, son solo sugerencias que creemos que pueden ayudarte. Para gustos colores, cada persona puede tener preferencias diferentes.
Además, en el mercado hay una amplia gama de vinos novedosos y jamones ibéricos de diferentes fincas y bodegas que ofrecen experiencias únicas al paladar. Puedes usar estas recomendaciones como guía para seguir experimentando, disfrutando, descubriendo y creando nuevas combinaciones. ¡Para eso está la gastronomía!