La acumulación de grasa abdominal es una de las cosas que trae de cabeza a hombres y mujeres, sobre todo cuando vamos alcanzando la edad adulta. Y no es para menos, con el paso de los años cada vez va resultando más complicado deshacerse de la misma.
Es problema puede provocar muchos complejos e incluso falta de confianza en las personas. Más aún cuando buscamos la manera de perder esta grasa y pese a nuestros esfuerzos, no conseguimos hacerlo.
Pero, ¿por qué es tan complicado perder grasa abdominal? ¿Cuáles son los motivos para que se mantenga? En este artículo vamos a explicarte todo en detalle.
¿Qué es la grasa abdominal y por qué se acumula?
Antes de avanzar en las posibles causas de su persistencia en nuestro abdomen, es importante saber cómo y por qué acumulamos esta grasa.
En primer lugar, tenemos que hablar de los adipocitos porque son las células encargadas de guardar los ácidos grasos y, como consecuencia, las que forman el tejido adiposo. Lo que hace habitualmente nuestro cuerpo es descomponer los alimentos que consumimos en distintas partes y convertirlas en energía que podemos utilizar directamente para los distintos procesos, de forma que cuando no gastamos esta energía, se va acumulando.
Además, debemos ser conscientes de que el hecho de no comer alimentos grasos no implica que no se vaya a formar tejido adiposo, ya que la acumulación que realizan los adipocitos viene también de otros alimentos, como puede ser el caso del azúcar.
4 factores que influyen en la acumulación de grasa abdominal
Ahora que ya sabemos de dónde proviene la grasa que se hace que tengamos barriguita, ha llegado el momento de conocer algunos de los factores que pueden influir en la aparición de la misma.
1. La genética
Los genes nos traen cosas buenas, pero también malas. Y, en este caso, la secreción excesiva de insulina puede conducir a desequilibrios bioquímicos que terminen provocando la acumulación de este tipo de grasas.
Esto sucede porque la insulina actúa sobre los niveles de glucosa en sangre e inhibe el proceso de lipólisis, que es el que nos permite quemar los ácidos grasos que posteriormente se acumulan en el cuerpo. Por eso las personas que tienen diabetes o algún familiar con esta enfermedad suelen tener mayor tendencia a acumular grasa en esta zona.
2. Desequilibrio hormonal
Ya lo adelantábamos en el anterior punto, pero vamos a comentar con más detalle el papel que pueden tener las hormonas en esta situación porque son uno de los factores que afecta más directamente. Para ello, vamos a distinguir lo que ocurre en ambos sexos:
- Mujeres. En el caso de las mujeres, cuando son jóvenes se produce una mayor acumulación de grasas en las caderas y en los muslos con el objetivo de preparar su cuerpo para la maternidad. Pero, cuando llega la premenopausia o la menopausia y se dejan de liberar óvulos, se produce una redistribución de grasa que comienza a afectar a otras zonas.
Esto se produce porque hay un menor nivel de estrógenos, el cual afecta también a la producción de colágeno, haciendo que el cuerpo esté más flácido y de aun una mayor sensación de tener grasa abdominal. - Hombres. Con respecto a los hombres, con el paso del tiempo también se produce una reducción en los niveles de testosterona, que es la hormona encargada de aumentar el metabolismo y frenar la expansión de los adipocitos. Por eso, con el paso de los años, es más fácil que vayan ganando grasa en la zona abdominal.
Esto es lo que ocurre de manera habitual, pero debemos tener en cuenta que en ocasiones también se producen desequilibrios bioquímicos que pueden hacer que estos problemas se manifiesten antes de tiempo.
3. La dieta
Otro de los factores que va a influir en que tengamos más o menos tripa va a ser, sin duda, la dieta que tengamos. Como era de esperar, llevar una dieta hipercalórica en la cual consumamos alimentos que son ricos en grasas va a terminar provocando que tengamos un exceso de peso, además de aumentar el riesgo de sufrir ciertos tipos de enfermedades.
Pero los alimentos procesados y con grasa no son los únicos culpables de esta situación, el alcohol también es uno de los grandes señalados. Como bien sabes, consumir bebidas alcohólicas en exceso tiene bastantes desventajas para nuestra salud, pero además tiene una alta densidad calórica que también influye en el hecho de que tengamos más o menos grasa abdominal.
4. El estrés
Finalmente, existe también otro factor que tiene gran parte de culpa en el hecho de que no podamos deshacernos de la grasa abdominal. Hablamos del estrés, uno de los problemas más habituales en nuestra sociedad, pero ¿por qué ocurre esto?
Lo primero que debemos saber es que, cuando estamos estresados, se produce un aumento en los niveles de cortisol que están presentes en nuestro organismo. Esta hormona, además de tener otras funciones, también favorece que la grasa se vaya acumulando en el abdomen, por lo que la relación es directa: a más estrés, más grasa.
Por eso, y por otros muchos motivos, es esencial que llevemos a cabo ciertas estrategias que nos permitan decirle adiós al estrés. Pero también es importante el hecho de que llevemos una alimentación equilibrada porque también influye en la síntesis de esta neurohormona.
En resumen, acabamos de ver que existen muchos factores que influyen de manera directa en el hecho de que tengamos más o menos grasa en la zona del abdomen. Algunos de ellos podemos modificarlos, pero otros son de origen genético y nos va a resultar más complicado, lo que no implica que debamos quedarnos de brazos cruzados.
Así que, si quieres tener una menor acumulación en esta zona, te recomendamos realizar deporte y llevar una dieta rica en fibras, verás como notas una reducción de la grasa abdominal.