Seguro que has vivido alguna vez esa experiencia desagradable de abrir coger un cartón de leche abierto de la nevera y notar el olor a agrio que nos avisa de que es mejor que ni la pruebes.
Para que no vuelvas a probar por accidente un sorbo de leche que ya no está en buenas condiciones para beberla, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado cuánto dura la leche en buen estado una vez abierto el cartón y cuándo debes tirarla sin tan siquiera probarla para comprobar su estado.
No todas las leches duran lo mismo en la nevera una vez abiertas
Según explica la OCU, «la leche es un alimento lleno de nutrientes y, por lo tanto, es el caldo de cultivo idóneo para que se desarrollen los microorganismos que pueden estropearla». Para evitar esto, las leches comerciales cumplen con una serie de garantías de higiene para cada tipo de leche, con el fin de que se mantengan inalterables durante mucho tiempo en las condiciones de envasado y temperatura adecuadas.
Aún así, puede darse el caso de que veamos un envase cerrado hinchado. Esto ocurro por un error en el envasado por el que puede crearse un poro que facilita la aparición y crecimiento de microorganismos que desprenden gas. No es algo frecuente, pero si notamos esto en el envase de leche que hemos comprado, lo mejor es no abrirlo y llevarlo a la tienda para cambiarlo.
¿Cuánto dura cada tipo de leche en la nevera?
Al margen de los problemas que escapen de nuestro control, puede pasar que abramos un cartón de leche y tardemos más de lo habitual en beberlo por completo. Cada tipo de leche aguanta mejor o peor el paso de los días una vez abierto el envase, y dependerá del tratamiento que se haya llevado a cabo durante su elaboración.
Así, en el caso de la leche pasterizada, esta ha recibido un tratamiento ligero que destruye las bacterias patógenas (peligrosas), pero no esteriliza el producto. En este caso debemos consumirla en 2 o 3 días como mucho. La leche UHT y esterilizada, por otra parte, atraviesa un tratamiento más severo, que esteriliza el producto por completo haciendo que pueda aguantar hasta 5 días en la nevera, según explica la OCU.
Los casos especiales de la leche vaporada y la condensada
Otras leches para otro tipo de ritmo de consumo, como la leche evaporada, por ejemplo, es una leche que se ha concentrado y que, normalmente, ha sufrido un tratamiento térmico de esterilización que permite conservarla en envase cerrado fuera de la nevera. Una vez abierta, no debemos tardar más de una semana en consumirla por completo.
En el caso de la leche condensada la alta cantidad de azúcar añadida durante el procesado consigue que se conserve en la nevera más tiempo que el resto de las leches, hasta dos de semanas, si está bien tapada y a la temperatura adecuada. La leche condensada es la más fácil de identificar cuando no está en buen estado para el consumo, ya que la advertencia podrá verse con la aparición de moho.
Otros signos de que la leche está en mal estado
No todas las señales de deterioro de la leche son tan claras como el de la leche condensada. A veces, a simple vista no podemos notar que ya no está en las mejores condiciones para ser consumida, por lo que debemos prestar atención a otras señales.
Si tienes dudas sobre el estado de la leche porque el cartón ya lleva varios días abierto, antes de beberla puedes verterla en un vaso de cristal o transparente, fíjate si tiene una apariencia «normal». Si la leche no está en buenas condiciones, la grasa podrá verse separada y flotando sobre un líquido más transparente que la leche o podrás ver unos puntos blancos, más densos, que se pegan a las paredes del vaso al moverlo un poco.
Otra advertencia es el olor, cuando la leche está fermentada desprende un intenso olor agrio. No hace falta que la OCU te diga que no la bebas, se te quitaran las ganas. Si nada de esto aparece, pero lleva varios días, la OCU recomienda probar un poco antes de usarla para comprobar que su sabor, aroma y textura no presentan ninguna alteración.