En la cocina la higiene y la limpieza son fundamentales. Si algo hemos oído desde siempre, además de lavarnos las manos antes de tocar la comida, es que los alimentos, especialmente los frescos, deben ser lavados para evitar cualquier tipo de contaminación.
Lavamos nuestras frutas, verduras y enjuagamos el arroz antes de cocinarlo. Sin embargo, La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado que hay ciertos alimentos que, para sorpresa de muchos, no necesitan pasar por el grifo, de hecho, mejor si no lo hacen.
La OCU advierte de que es mejor no lavar algunos alimentos para evitar la contaminación
Habitualmente cuando lavamos los alimentos con agua antes de cocinarlos, esta actúa como un erosionante que se lleva los posibles restos de pesticidas, bacterias y otras sustancias potencialmente nocivas de su superficie.
Pero en otros casos, puede que no sea esto lo que se consiga y el agua, en lugar de eliminar los restos nocivos, pueda actuar como un transportador, llevando las bacterias a otras superficies o a otras partes del alimento. En estos casos, existen otros métodos más recomendables para un cocinado seguro de los alimentos.
Si viene de las gallinas, no lo laves
En efecto, ni la carne de pollo ni los huevos deben lavarse. La razón en el primer caso es que, contrariamente a lo que muchos pensarían, lavar el pollo crudo puede hacer más mal que bien. Al hacerlo, los microorganismos pueden propagarse por el fregadero y la encimera, aumentando el riesgo de contaminación cruzada. En cambio, lo mejor es cocinarlo a una temperatura adecuada para asegurarnos de eliminar cualquier bacteria.
En el caso de los huevos, suele haber bastante duda acerca de si se deben lavar los huevos sucios. Según la OCU, la respuesta es un rotundo no. Lavarlos puede dañar la retícula que los protege de las bacterias. Si están muy sucios, puedes pasarlos bajo el grifo justo antes de cocinarlos, pero hacerlo antes podría dar tiempo a la multiplicación de organismos no deseados.
Tampoco debes lavar carnes rojas o setas
La carne roja es otro de los alimentos que no deben pasar por el chorro de agua. Al igual que con el pollo, la carne roja debe tratarse con precaución. Lavarla antes de cocinarla podría aumentar el riesgo de propagar bacterias en la cocina. Como ocurría con el ave, cocinarla a la temperatura adecuada es suficiente para garantizar nuestra seguridad.
Otro alimento que lavamos con frecuencia son las setas. Estas «esponjas naturales» absorben agua rápidamente y pueden volverse blandas y gomosas si las lavamos. No es que supongan un riesgo, pero sí una pérdida de las cualidades del alimento. En lugar de agua, es mejor limpiarlas con un paño húmedo o un cepillo especial para conservar su sabor y aroma. En lo referente a la seguridad en el consumo de las setas, la OCU sí que recomienda pelar el sombrerillo de la seta en caso de que esté muy sucio y eliminar las zonas estropeadas, nunca comer setas crudas y escaldarlas antes de guisarlas.
Las verduras de bolsa ya vienen higienizadas
Aunque la tendencia para sentir seguridad con el alimento es lavar las verduras envasadas en bolsa, esto sería un error. Estos vegetales ya vienen higienizados, envasados en una atmósfera protectora y listos para comer. Lavarlos podría ponerlos en riesgo de contaminación con microorganismos presentes en las superficies de la cocina. Seguramente algunos de estos consejos afecten a algunos de tus hábitos en cocina. La próxima vez que vayas a prepara tu comida con alguno de estos alimentos, recuérdalos para mantener una alimentación saludable y segura.