Si viajas a Tokio, o a cualquier otra parte del mundo, lo ideal es que hagas por empaparte de su cultura y dejar de lado la nostalgia y la búsqueda de rincones que te recuerden a tu lugar de origen. La ciudad japonesa, como otras grandes ciudades, ofrece una amplia oferta gastronómica, pero esto no garantiza que vayas a encontrar siempre alimentos de calidad con unos mínimos de calidad en sus restaurantes.
Por bien que pinte la oferta, te puedes llevar una sorpresa bastante desagradable y, si estás en Tokio, probablemente sea mejor que te decantes unos días por el sushi en lugar de perseguir carteles de menú en los que aparezca el jamón serrano. Si no que se lo digan al TikToker, @megamax, un creador de contenidos de la red que se aventuró en un restaurante que prometía una experiencia culinaria española en el corazón de Tokio.
Mal comienza de la experiencia gastronómica «a la española» en Tokio
El primer obstáculo que se encontró el tiktoker fue el idioma. A pesar de estar en un restaurante que se jacta de servir auténtica comida española, «nadie aquí habla español», lamentaba @megamax en su vídeo, estableciendo un tono crítico desde el principio.
Es habitual encontrar que restaurantes que ofrecen una comida típica de un país en otro distinto pertenezcan a empresas que explotan el atractivo exótico sin contar con medios, tanto materiales como de personal, que realmente remitan o defiendan la propuesta. Esta falta de comunicación dio un mal comienzo a su experiencia, insinuando un desconocimiento generalizado de la cultura y la cocina españolas por parte del establecimiento.
El peor «jamón serrano» que te puedes imaginar
Si hubo un momento en el que el influencer tuvo claro que lo que se iba a encontrar en los platos no iba a transportarlo a los sabores españoles, ese fue cuando le sirvieron el jamón serrano, el primer indicio de problemas. A un desorbitado precio de diez euros, el jamón tenía un «color sospechoso», según @megamax, quien destacó que incluso el jamón del supermercado local parecía de mejor calidad. Tres lonchas del típico jamón envasado en plástico que puedes comprar en cualquier supermercado a un euro por cada 100 gramos.
Tapas pequeñas y sin pan
Otras de las decepciones que se llevo el creador de contenidos nos recuerda al chiste al principio de la película Annie Hall, cuando en una conversación entre dos señoras una se queja de que en el restaurante «la comida es realmente atroz» y la otra le responde «sí, y además, las tapas son tan pequeñas». Pues más o menos esta es la siguiente queja del vídeo. Las tapas, además de carecer de autenticidad, eran escasas en cantidad. El plato más costoso, el salmón, resultó ser un «pequeño pedazo».
Si seguimos con las referencias cinematográficas, decía Arguiñano en Airbag, «¿dónde se ha visto comer sin pan?». Y es que una de las mayores sorpresas para @megamax fue la falta de pan, un elemento esencial en la mesa española. A pesar de encontrar una tostada, el pan estaba lejos de ser fresco. «Este pan no parece de hoy», concluyó.
También se atreven con la tortilla y la paella
Su encuentro con la tortilla española, otro clásico, tampoco fue agradable: «Supuestamente esto es una tortilla. Esto es decepcionante», comentó. Curiosamente, el único plato que logró complacerlo fue un arroz con mariscos. «Está bastante bueno» reconocía en el vídeo. «Esto ha salvado al restaurante», admitió, no sin señalar antes de terminar que no era paella.
@megamax Echo de menos la comida de España #megamax #japon ♬ かたわれ時（『君の名は。』より） – Piano Ver. – Piano Echoes
El costo total de esta aventura culinaria ascendió a 37,20 euros. La odisea gastronómica de @megamax deja claro que buscar autenticidad culinaria en tierras extranjeras puede resultar toda una penitencia y que muchas veces es preferible cambiar nuestra dieta durante nuestra estancia lejos de casa y mantener intacto su recuerdo. Aunque la comida española cuenta con seguidores apasionados en todo el mundo, encontrar una representación genuina puede resultar complicado y a menudo decepcionante.